La falta de buena parte de la afición en los partidos de fútbol, y más aún en un evento tan importante como la Eurocopa, es una situación que afecta a los jugadores. Estos pueden notar una mejoría en su concentración y en su rendimiento gracias a la ausencia de algunos estímulos que los distraen como pueden ser el ruido, las luces, u otros visuales que habitualmente suelen proceder de la grada.
Lo que posiblemente represente un mayor alivio para ellos es que estarán exentos de someterse a la presión y las críticas de la afición del equipo contrario, un factor básico que puede hundir su moral a nivel individual, y que en general, puede suponer una caída del estado de ánimo de todo un conjunto. Efectivamente, la ausencia de público puede hacer que esos factores no causen ningún tipo de dificultades, pero a su vez, los jugadores también van a tener que afrontar la otra cara de la moneda, ya que los aficionados de un equipo ayudan a motivar a sus jugadores cuando el cansancio empieza a hacer mella en ellos. La grada ayuda a mejorar la cohesión grupal y la capacidad volitiva de un equipo, es decir, la esperanza y la persistencia en momentos difíciles. Todos estos factores pueden hacer que la capacidad máxima del rendimiento un equipo se vea afectada, y por supuesto, que esto se refleje en los resultados. Un estudio que se realizó el último año sobre la influencia de ausencia de aficionados en partidos de fútbol de la Bundesliga revela que la tranquilidad en el estadio sirvió para que los encuentros tuvieran un juego más limpio. El número de faltas y sanciones se redujo considerablemente comparado a los partidos de años anteriores, donde sí que había aficionados. Los jugadores preferían hacer jugadas limpias que entradas arriesgadas. Las discusiones entre jugadores y árbitros habían disminuido de manera significativa. Los gritos del público actúan como detonante para los jugadores, incitando mayormente a las peleas y enfrentamientos. Según el mismo trabajo, las estrategias de los equipos parecían llegar a funcionar mejor, ya que se marcaron más goles de media que en partidos normales.
En general, podemos decir que la ausencia de la grada va a afectar a la intensidad del pulso emocional de los partidos, los jugadores estarán más centrados en lo que está ocurriendo en el campo de juego, tanto en lo positivo como en lo negativo, con todo lo que eso conlleva.