Los «baby boomer» pagan los platos rotos de las pensiones

Maite Cancelo PROFESORA DE ECONOMETRÍA. MIEMBRO DEL GRUPO HISPALINK

OPINIÓN

Ricardo Rubio

02 jul 2021 . Actualizado a las 08:42 h.

El ministro Escrivá acaba de anunciar que los nacidos en el baby boom tendrán que cobrar menos por sus pensiones o trabajar algo más (retrasar su edad de jubilación). Hablamos de una población que ha cotizado durante su vida laboral para tener una pensión acorde con sus aportaciones al sistema, o lo que es lo mismo, que ha pagado las pensiones de las generaciones anteriores pero que también está pagando las pensiones actuales.

 El ministro define la reforma como «de equidad intergeneracional» entendiendo equidad como la sostenibilidad de las pensiones de los que vienen detrás, sin reconocer que ya estamos pagando las pensiones de nuestros mayores.

Esta propuesta de reforma viene a derogar la del 2013 que establecía, entre otros, el «factor de revalorización», el cual establecía un límite de los incrementos anuales de las pensiones si el sistema estaba en déficit. Ahora ya no hablamos de en qué cuantía hay que revalorizar las pensiones cuando el sistema está en déficit o en función de la evolución del IPC, hablamos de una reducción de la cuantía de las mismas o un aumento de la vida laboral de los contribuyentes de un determinado tramo de edad, lo que es una auténtica barbaridad, teniendo en cuenta que son los trabajadores actuales los que están manteniendo el pago de las pensiones, ya no de ahora sino las de los últimos años.

Además, los problemas que se derivan de esta propuesta son varios. Por una parte, tenemos una grave discriminación en cuanto a la contribución realizada ya al sistema por los pagos realizados a lo largo de nuestra vida laboral para percibir una pensión al llegar a la jubilación y, por otra parte, si alargamos nuestra vida laboral, estaremos restando oportunidades a los jóvenes para acceder al mercado de trabajo, en un país que tiene una de las mayores tasas de desempleo juvenil de toda Europa.

Y la cuestión de fondo, no es un problema coyuntural, como señala el ministro Escrivá, es un debate que lleva en agenda desde hace muchos años, al que no se le ha dotado de una solución justa y sostenible para todos, los contribuyentes actuales, los pasados y los futuros.

Además, no es de recibo que se pida una solidaridad a un segmento concreto de la población cuando esto no ha sido así desde el nacimiento del sistema público de pensiones. Supondría no una «equidad generacional» sino todo lo contrario, que una única generación se haga cargo de las pensiones pasadas, presentes y futuras.