Los másteres
Esto de los máster es una fiebre que no entiende de ideologías. Ahora le ha tocado el turno a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Y lo que aún queda por salir a flote en este terreno. Lo cierto es que nos engañan como a ovejitas. Y esto también lo hacen los de todos los partidos políticos. Toño Rodríguez. Santiago.
Un idiota y sus jefes
Desde que hace muchos años a un idiota de EE.UU. se le ocurrió poner su nombre en titulares -y a sus jefes, permitírselo- no deja aquí de haber vulgares imitadores que manifiestan serlo con titulares como «la economía, idiota, la economía». ¿No es hora ya que dejen de demostrar lo que son y la mala educación que tienen atribuyendo su desgraciada condición -y la de sus jefes- a los demás ciudadanos? Emilia Novas Soler. Madrid.
Ante a dúbida
Unha asociación que colabora coa Unesco ve perigo para a vida olmos do Xardín de san Carlos polas obras de reforma que vai facer o Concello. En outubro de 2020, houbo alegacións a ese proxecto de «mellora» que alertaban do risco para a saúde dos umeiros. A loita contra o covid debería ternos aprendido que as medidas conservadoras sempre son reversíbeis mentres que as temerarias poden ter consecuencias irrecuperábeis. Cómpre saber que unha enfermidade (a grafiosis) ataca a estas árbores dende hai un século e xa rematou coa meirande parte dos olmos da península ibérica, arredor de 6.000.000 en España. Os de San Carlos até o momento resistiran. Ante esta situación, seguirá insistindo o Concello en que o seu plan é o bo e porá en risco a vidas dos umeiros? Compensará arriscar ante a dúbida? María Corgo García. A Coruña.
El rey no debe firmar el indulto
El rey no expide un indulto como cualquier asunto normal que se decide en un Consejo de Ministros. Porque un indulto supone una injerencia indeseable del poder Ejecutivo en el poder Judicial. Es decir, se rompe la separación de poderes de una democracia. Y para evitar esto, que uno de los poderes prevalezca sobre otro, está el rey que según el artículo 56 de la Constitución es el que ejerce (modera o arbitra) el derecho de gracia que supone un indulto. A pesar de que los condenados no han solicitado tal indulto este se les concede por iniciativa del presidente del Gobierno debido a su propio interés particular (para seguir ocupando su poltrona de forma ilegítima y dictatorial) mientras el Tribunal Supremo sostiene que el indulto no es procedente porque, entre otros motivos, no solo no hay arrepentimiento de los condenados sino que todos ellos admiten que reincidirán en el delito. Por lo tanto, es el rey quien tiene la última palabra para conceder o no el indulto, firmándolo o no. Y sería inexplicable que el rey (garante de la unidad de España) les concediera el perdón a quienes quieren atentar de nuevo contra la Constitución para acabar con la monarquía, la unidad de la nación, las libertades y la democracia. José Miguel Pérez Seijo. Vigo.
La gigantesca mentira del rural
Un artículo firmado por César Casal nos tendría que hacer reflexionar a todos: la falta de interés público acabará con un cartel de «cerrado por defunción» en el rural. ¿Qué haremos entonces? Marisa Blanco. Lugo