No lo entiendo, señor ministro de Ciencia

Jaime Gómez Márquez AL DÍA

OPINIÓN

14 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Leo en la prensa que el Gobierno quiere eliminar el nombre de Santiago Ramón y Cajal y otros investigadores de los premios nacionales de investigación. La noticia dice que el Ministerio de Ciencia ha decidido que los galardones que concede hagan solo referencia al área por el que sean concedidos. Y los malpensados sugieren que en esa decisión haya influido la reciente polémica relacionada con el gran ingeniero Juan de la Cierva

Si esto se lleva a cabo será un gran error que solo puede ser fruto de la ignorancia o del sectarismo más incomprensible. No creo que el ministro Duque ignore quién ha sido Ramón y Cajal y su enorme importancia en la historia de la neurociencia (sería muy grave que fuese así). Esto me lleva a pensar que su decisión es política, no fruto del desconocimiento, y difícilmente justificable. Permítanme recordar aquí que, cuando fui decano de la Facultad de Biología de la USC, le pusimos el nombre de este insigne científico a nuestra aula magna y estamos muy orgullosos de ello.

Verá, señor Duque, don Santiago es uno de los más grandes científicos en la historia de la ciencia universal y por eso que un premio de investigación lleve su nombre es todo un honor y un acierto. Como usted sabe, este científico español recibió el Nobel de Medicina y Fisiología en 1906, un premio que, por cierto, lleva el nombre de Alfred Nobel. Cuando ponemos el nombre de alguien muy relevante a un premio o a una medalla estamos reconociendo su importancia, su categoría, su legado (científico, cultural o humanístico), no si es rojo, verde o azul, o si en su vida privada hizo esto o lo otro. Muchos grandes personajes, como casi todo el mundo, tienen luces y sombras en su historia personal, pero eso no puede hacer desaparecer sus méritos.

Usted, señor ministro, será un político muy importante y habrá viajado por el espacio como astronauta que ha sido, pero en esto se equivocará enormemente si lo lleva adelante. Así que rectifique, porque rectificar es de sabios. Si no es así, sumará un desacierto más a su gestión al frente del ministerio. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.