Feijoo y la gaviota

Doktor Pseudonimus

OPINIÓN

15 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En el «lejano oeste» lo escribió Tomás García. «Al lado de Sánchez, Iglesias y Casado, Feijoo parece Kennedy». Un Kennedy nacido en Los Peares. Descubierto y promovido, en su día, por un veterano betanceiro: Xosé Manuel Romay Beccaría. Y ahora mismo, tiempo de sequía de líderes e ideas, el de Peares puede ya ser el personaje político mejor cotizado en el escenario político nacional. Y uno relee los Diálogos sobre el mando, esa joya literaria debida al ingenio de André Maurois. «Creo que la primera diferencia entre el gran hombre y el hombre corriente es que el primero conoce su potencia y sabe que puede inventar el provenir». «Vivo siempre dos años por delante» dijo de sí mismo Napoleón Bonaparte. Quien quiere llegar lejos cuida su montura, dice la sabiduría popular. La montura de Feijoo no fue el regalo de un partido. «Yo no tengo más carné que el de conducir», dice Feijoo al iniciar su singladura. Pero pronto la montura se vuelve rica y variada. Consellería de Agricultura, Jefatura de Correos y Telégrafos, Consellería de Economía, presidencia del Insalud, Y aquí y en Madrid siempre el mismo lema: Galicia, Galicia, Galicia. Y una gestión que le permite ser el barón elegido por mayoría absoluta una y otra vez. Lo que ya se conoce como la era Feijoo. Siempre el ideal embridado por el sentido común. Y el sentimiento, por la experiencia y la razón. La ligera paloma -dice Kant- puede creer que volaría mejor en el vacío. Es la tentación de todos los idealistas ingenuos. Pero la gaviota de Feijoo hace ya tiempo que sabe que volar es siempre el resultado de un esfuerzo. De la inteligencia y de la voluntad. Dos atributos propios de la «Era Feijoo».

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