Madrid, todo esto ya lo vivimos antes: Galicia, 12 de julio del 2020

Rubén Santamarta Vicente
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OPINIÓN

Feijoo saludando a Ayuso en la toma de posesión de este, el pasado septiembre, en Santiago
Feijoo saludando a Ayuso en la toma de posesión de este, el pasado septiembre, en Santiago

06 may 2021 . Actualizado a las 15:44 h.

En Galicia, el país que inventó el futbolín, el pescado congelado en alta mar y la moda de consumo masivo, también se inventó (y enterró) a Podemos antes de que nadie supiera quién era Pablo Iglesias (que ya andaba por aquí). Se inventó lo que era adelantar unos comicios para votar en plena pandemia. Y hasta se inventó el sorpasso al PSOE de Pedro Sánchez. Todo eso pasó. Pero lo que pasó en Galicia se quedó en Galicia.

Si alguien hubiera tomado nota de lo que sucedió en las autonómicas gallegas del 12 de julio del 2020, en lugar de ensimismarse con las botaratadas de la política nacional y el ombliguismo de los spin doctors, es posible que hubiera cambiado el guion de lo sucedido en Madrid este 4 de mayo.

Primer paralelismo, en el PP. Reconocibles ambos por su segundo apellido, con fuerte personalidad, y ahuyentando sus propias siglas para marcar una campaña de líder. Feijoo/Ayuso, Alberto Núñez/Isabel Díaz. La madrileña acudió a Santiago a la toma de posesión del gallego en septiembre. No hay constancia de que volviera aleccionada, pero sí pudo tomar nota de cómo el centroderecha sigue agrupado en esta comunidad. Ha sacado un 44 % del voto liquidando a Ciudadanos y frenando a Vox; son apenas cuatro puntos menos que el Feijoo del 2020.

Segundo paralelismo, en el PSOE. Profesores universitarios ambos, reconocibles como sosos y serios, con una campaña floja, abandonados por Sánchez en su tramo final, y con unos resultados manifiestamente mejorables. Gonzalo Caballero/Ángel Gabilondo. Ninguno dimitió la noche electoral, pero Ferraz no oculta que hay que «renovar».

Tercer paralelismo, en la ahora segunda fuerza política. Mujer, feminista, ecologista, de izquierdas, y con un discurso centrado exclusivamente en su territorio. Ana Pontón/Mónica García. BNG y Más Madrid. Las dos hicieron las campañas más inteligentes, en julio y en abril. Las dos lideran ahora la oposición al PP.

Conviene no forzar los parecidos en Vox, Ciudadanos o Podemos. Los tres, fuera de la política gallega. Abascal se olvidó de Galicia y de su «abueliña» cuando dijo que el suyo es un proyecto establecido en toda la nación; aquí no tiene ni un concejal. Pablo Iglesias insistió en que tomaría posesión de su acta autonómica y renunciaría a su actividad nacional, lo mismo que antes había anunciado su pupilo Antón Gómez-Reino. Iglesias ha decidido irse, mientras su candidato en Galicia (ayer reapareció junto al líder, al fondo de la trágica escena de despedida) naufragó, pero ahí sigue, en el Congreso. Y Ciudadanos... Bueno, pues eso, Ciudadanos.

Y al final, lo que pasó en Galicia se quedó en Galicia.