Solo el tiempo tiene la respuesta. Van dos goleadas. La absoluta de Feijoo en Galicia. Y la casi absoluta de Ayuso en Madrid. Pero, ojo, antes de hablar de cambio de ciclo hacia la derecha hay que esperar. Más Madrid sacó ayer 24 con Mónica García, un hit. Pero Más País con Compromís ya fue a unas generales con Íñigo Errejón y se quedó en 3. Los candidatos en las dos victorias del PP han sido dos de sus políticos estrella: Ayuso y Feijoo. Nadie sabe aún qué pasaría con el difuminado Casado en el altar del cartel frente al madelman Sánchez. Sánchez, en su peor momento, es un gigante al lado de Gabilondo. ¿Queríamos los gallegos darle una patada a Sánchez o simplemente seguir con el moderado Feijoo? ¿Buscaron los madrileños el patadón a Sánchez o compraron la apuesta arriesgada de Ayuso? Un poco de las dos cosas. Pero, antes de liquidar al ferrari rojo del PSOE, hay que meditar dos claves. Los tiempos los maneja únicamente Sánchez. Es el único que nos puede convocar a urnas. Y lo hará cuando le convenga. Esperará al milagro de la vacunación y a que vuelvan a multiplicarse los panes y los peces, si es que sucede, en la economía. Mientras, tiene en su mano prorrogar y prorrogar presupuestos. Las elecciones son cada vez más presidencialistas. Y Casado no tiene sustancia. Es todavía un telonero. Sí parece que vuelve en cierto modo el bipartidismo. Así como el golpe definitivo a Sánchez está por jugarse, lo que sí sucedió en Galicia y en Madrid es una patada a Iglesias. Como él mismo dijo, España está cansada de mi personaje. Y no lo arregla uno de los líderes podemitas cuando lo cazaron en un bar abierto por Ayuso preguntándose «¿qué hacemos con los gilipollas que cobran 900 euros y votan a Ayuso?», desde la presunta superioridad de la izquierda pero sin entender nada. Faltándole a la gente no se va a Cortes, corta carrera les queda en San Jerónimo. Piensan que en la derecha solo hay mastuerzos. Trata como te traten. Sobre todo cuando Iglesias viene de insultar a su programa por activa y por pasiva. Hizo todo lo que denunció de la casta. Sueldo, chalé y niñera incluidos.