Oportunidad histórica, reto colosal

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OPINIÓN

Alejandro Martínez Vélez

26 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hicieron falta más de 90 horas de interminables reuniones, cientos de encuentros bilaterales y confesionarios, y otras tantas y agrias discusiones para que la UE alumbrara hace ahora nueve meses el Fondo de Recuperación europeo. El acuerdo económico más importante desde la creación del euro, como lo definió entonces el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni. Un mecanismo inédito de 750.000 millones de euros, 390.000 de ellos en ayudas a fondo perdido, para paliar los estragos económicos en los países más castigados por el virus. 

Un zarpazo que, en el caso de España, dejó un roto del 11 % en el PIB del 2020 y la tasa de paro por encima del 16 %. Es el segundo país más beneficiado por el salvavidas europeo. Sobre su mesa, ayudas de 200.000 millones de euros, en los que se incluyen 140.000 millones del fondo Next Generation EU, el más potente. Una inyección de dinero sin precedentes que se suma a los recursos no consumidos del plan plurianual actual 2014-2020 y a los que llegarán de la mano del nuevo marco 2021-2027. Sin duda, una oportunidad histórico para el país.

Pero, las oportunidades, ya se sabe, hay que saber aprovecharlas, no basta con que se presenten. El reto se antoja colosal. El más importante de nuestra historia reciente. Que no es poco. Y lo cierto es que, echando la vista atrás y repasando la experiencia reciente en esto de gestionar el dinero de Europa, la cosa no pinta bien. Un dato, para hacerse una idea: hasta diciembre del 2019, España solo había conseguido ejecutar un tercio de los fondos correspondientes al último marco financiero plurianual.

Los números no mienten: estamos mal preparados para absorber todo ese dinero. Tenemos seis años para consumirlo y transformar la economía. Y la carga burocrática que se le viene encima a la Administración pública, ya sea estatal, autonómica o local, es de órdago. Nada se ha dicho de la contratación de personal para ello. Pero se antoja indispensable. No vaya a ser que lleguen las viandas y no esté la mesa puesta ni haya nadie para servirla.

Eso, en lo que se refiere a la tramitación de las ayudas. Pero es que, además, de momento, y por lo que se conoce hasta ahora de él, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española que ha elaborado el Gobierno de Sánchez no es más que una mera declaración de intenciones. Un texto más propagandístico que técnico. Tan rimbombante como su nombre.

A finales de esta semana deberíamos conocer sus detalles. Expira el plazo para enviarlo a Bruselas.

Fundamental, la capilaridad con la que calarán las ayudas en el tejido productivo. No vaya a ser que beneficien solo a las grandes empresas y dejen a las pymes, vitales para la economía del país, con una mano delante y otra detrás. Y fundamental también que se aparquen las luchas partidistas y que las Administraciones aprendan a trabajar en equipo y remar en la misma dirección. ¡Cuán largo me lo fiais, amigo Sancho!