Denuncias falsas

Ignacio Bermúdez de Castro
Ignacio Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

22 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando una pareja rompe, a veces todo vale con tal de lanzar un torpedo a la línea de flotación del ex. En ocasiones se intenta manipular a los hijos en contra del otro progenitor, obstaculizar los regímenes de visitas, etcétera. Pero hay personas que lo llevan peor. Y ahí encontramos las denuncias falsas. Una mujer ourensana se inventó que su marido había asaltado su casa para agredirla y robarle. Tras incoarse diligencias previas como investigado contra el marido, este pasó de denunciado a denunciante. Al final, el día de la vista oral, acuerdo entre las partes y la situación se zanjó con una multa de 960 euros que la mujer debe pagar.

Me alegra que las exparejas, hombres o mujeres, que denuncian en falso sean imputadas y juzgadas, tras el escrito de acusación del fiscal. Por muy mal que les parezca el proceder de esta gallega en cuestión, denuncias falsas por temas mucho más graves son presentadas a diario, saliéndose en algunos casos de rositas por falta de pruebas al acontecer los hechos en el ámbito doméstico y sin testigos. Nuestro Código Penal recoge en su artículo 456 y siguiente lo relativo a la acusación y denuncia falsas y la simulación de delitos, con penas de prisión que pueden llegar a los dos años y multas de hasta 24 meses. Algo a lo que los jueces deben dar prioridad absoluta. Si ven indicios de denuncias falsas, deducir testimonio a la fiscalía. En ocasiones no se hace, quizá porque si en derecho de familia se estuviera pendiente de las mentiras que se cuentan para perjudicar a la adversa los juzgados de instrucción se colapsarían todavía más.