Tengo una noticia buena y otra mala. Empiezo por la primera. Resumiendo muchísimo, el 1 de junio estrenamos una nueva factura de la luz que premiará la disciplina en los hábitos, ya que implantará la modalidad de discriminación horaria. Así que si conseguimos concentrar los consumos lo máximo posible en ciertas horas y días -sobre todo, de doce de la noche a ocho de la mañana y sábados, domingos y festivos enteritos- veremos cómo se desinfla el gasto en luz. La mala noticia es que si nos despistamos y relajamos hábitos, el golpe puede ser monumental. Especialmente si los consumos principales se efectúan de 10 a 12 horas y de 18 a 22 horas. Ojo a este último tramo, es cuando las familias regresan a casa, se ponen a hacer la cena y a disfrutar de los últimos momentos de ocio del día. En esos intervalos, el precio de la electricidad costará hasta tres veces más que en la actualidad.
Como se ve, la nueva factura tiene su parte muy buena, pero también un lado oscuro que puede resultar desastroso para la economía familiar. Porque, ¿quién se pone a mirar el reloj para encender el horno o poner la secadora? Pues habrá que hacerlo. Este nuevo modelo deja en manos del consumidor pagar más o menos por la luz en función de si consume en unas horas o en otras. La idea parece buena, pero quizá no hubiera sido descabellado empezar a aplicarla o de forma más paulatina o ampliando, para empezar, el período de horas más baratas del día.
Porque este modelo quizá es todavía demasiado moderno. Está pensado para una sociedad inmersa en el autoconsumo fotovoltaico (los paneles suministrarán electricidad durante las horas caras del día y así no habrá que comprarla) y el vehículo eléctrico (para recargarlo de noche). Y eso va, pero a pasito de tortuga. La nueva factura también debería hacerlo. Porque el ciudadano debe ir habituándose poco a poco a consumir de otro modo.
Tampoco se asusten. Solo lean con detenimiento la información que les deberá remitir su compañía eléctrica en cuestión de semanas y a planificar. El resultado puede ser muy ventajoso.