Rusia acosa de nuevo a Ucrania

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

VALENTYN OGIRENKO | Reuters

16 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde el levantamiento de los prorrusos en las regiones fronterizas entre Ucrania y Rusia en febrero del 2014, el enfrentamiento entre los dos países vecinos ha pasado por varias etapas, siendo la anexión de Crimea, quizás, la más dramática de todas. Rusia nunca ha aceptado que los ucranianos desearan un gobierno completamente independiente de la influencia del Kremlin y, mucho menos, que las aspiraciones de entrar a formar parte de la Unión Europea y la OTAN llegaran a buen puerto. Ucrania es el único territorio que separa a la madre Rusia de la Unión Europea y, desde su punto de vista, perder esta zona de amortiguamiento o buffer zone acercaría demasiado su frontera a la esfera de influencia de los EE.UU.

Durante los cuatro años de gobierno de Trump, la buena sintonía con Putin hizo que este relajara sus expectativas, pero el lenguaje claramente más agresivo de Biden le ha hecho cambiar de actitud. Como consecuencia, en las últimas tres semanas Rusia ha enviado diversos barcos y decenas de miles de soldados a modo de advertencia. El agravamiento de la tensión se ha traducido en la muerte de varios soldados ucranianos y la visita del presidente Zelensky a primera línea de combate.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha manifestado que los movimientos de las tropas rusas son «injustificados, inexplicables y altamente preocupantes», y el G7 también ha pedido a Rusia que retire sus tropas.

Cuando la pandemia tiene a prácticamente, a todo el mundo bloqueado y la economía tiritando, lo último que desean los miembros de la Unión Europea es que el conflicto ucraniano se agrave. Sin embargo, esta demostración de fuerza de Rusia no puede permanecer sin respuesta, dadas las ambiciones expansionistas del Kremlin. Así que EE.UU. ya ha enviado un par de buques al mar Negro y es de esperar que, junto a la OTAN, aumente el despliegue militar también en el Mediterráneo Oriental a modo de advertencia. Veremos si todo queda ahí.