La banda del empastre

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre MIRADAS DE TINTA

OPINIÓN

Rodrigo Jiménez | Efe

13 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Para muchas generaciones decir o que te dijeran que parecías «la banda del empastre» era una coña habitual. Dicha banda nació en Catarroja en el año 1915 y se deshizo en el 2003 habiendo cosechado un gran éxito tanto en España como en Iberoamérica. La banda del empastre subtitulaba sus carteles con el rótulo de «banda cómico-taurina musical», puesto que su éxito comenzó con actuaciones durante las corridas de toros de su Valencia natal. El País Valenciano es vivero de grandes bandas de música y de grandes voces: Bruno Lomas, Nino Bravo, Camilo Sesto, Concha Piquer, Soledad Giménez, Bebe y muchos más.

Es difícil encontrar en Valencia un pueblo que no tenga banda de música y en ocasiones más de una; ese era el caso de Catarroja, donde había varias bandas y mucha rivalidad entre ellas. Un buen día, los hijos de los músicos decidieron poner fin a las trifulcas y plantearon juntarse todos creando una nueva banda.

El nombre nació del escepticismo del pueblo al conocer el alumbramiento de la nueva criatura en el Carrer del Peix: «Això serà un empastre». Un empastre donde cada músico era hijo de su padre y de su madre, tocaba a su bola y no seguían las indicaciones del director, provocando la sensación de ser una payasada que, si bien al principio no lo era, acabó siendo su seña de identidad.

No hace mucho, cuando alguien quería referirse a un grupo de gente, amigos, familia, pandillas o demás grupos en los que no había ninguna coordinación, ni director alguno que fuera capaz de organizarlos, ni partitura que se hiciera respetar, se decía: «Parecen la banda del empastre».

Miren a España y a Europa: parecen la banda del empastre. Peor, porque no hacen ninguna gracia.