Réplica a Francisco Castro, desde la Asociación Hablamos Español

La Voz

OPINIÓN

24 mar 2021 . Actualizado a las 18:54 h.

El 21 de diciembre La Voz de Galicia publicó un agrio artículo de un tal Francisco Castro, en el que mentía sobre la asociación que presido. Mentía sobre sus objetivos, mentía sobre su argumentario, mentía sobre el nombre mismo de la entidad.

Mentía al asegurar que decimos que el castellano está perseguido en Galicia. Hemos dicho y repetido que ni está perseguido, ni en riesgo de desaparecer. Lo hemos reiterado tantas veces que no resulta creíble ni razonable, que alguien dedique un artículo a una entidad cuyos postulados desconoce. Las lenguas ni sufren, ni sienten, ni pueden ser acosadas o perseguidas. No está perseguido el español, sino limitado su uso en el ámbito oficial. Por otra parte, es una lengua con un enorme poder de comunicación y por eso muchas personas consideran interesante aprenderlo y transmitírselo a sus hijos.

Mentía al mencionar al Consejo de Europa, dando a entender que avala la imposición de una enseñanza monolingüe en gallego. El tratado ratificado por España, la Carta Europea para las Lenguas Regionales o Minoritarias, obliga a España a ofrecer enseñanza íntegramente en lengua regional, pero solo a las familias que así lo deseen. La única forma de cumplir ese tratado es permitir elegir lengua en la enseñanza, como reclamamos nosotros.

Pero la mayor falsedad que contiene su artículo se deriva de haber cambiado nuestro nombre. Como bien sabrá, no nos llamamos Hablemos Español, no pretendemos decirle a nadie cómo tiene que hablar, nuestro nombre es Hablamos Español; la constatación de una realidad que lleva implícita el reconocimiento de unos derechos lingüísticos, por ser esta una lengua oficial. En varios lugares de España, incluida Galicia, se nos niega el derecho a que nuestros hijos reciban en español la enseñanza de asignaturas muy importantes para su formación, a verlo en las administraciones públicas en rotulación, información y documentos, y a tener acceso a ayudas para la creación cultural, también en nuestra lengua, algo imposible en Galicia y que es profundamente discriminatorio. Estamos esperando a que la Valedora diga si es aceptable que los premios A Xuventude Crea excluyan a los que usan el español. El autor del artículo bien sabe de qué va esto. Para ver a quién me estaba dirigiendo, busqué su nombre en Internet. Además de presidir la editorial Galaxia, gran beneficiada por la imposición lingüística, ha ganado más de diez premios literarios en Galicia, concedidos por estamentos de la cultura oficial. En todos esos certámenes están prohibidas las obras en español. Le habrá venido bien eliminar a la mitad de los competidores. Los premios nacionales, sin embargo, sí admiten obras en las lenguas regionales.

Francisco Castro falsea nuestro nombre y a renglón seguido nos asocia al franquismo, a la guerra civil, al nacionalcatolicismo y a la sangre. Así, tal cual; no exagero. Y nos llama a nosotros ridículos. Él, que critica desde posiciones nacionalistas rancias y trasnochadas a una asociación que propone una política lingüística democrática como las que se aplican en todos los países con cooficialidad lingüística. Él, que dirige una editorial beneficiada por la venta como lectura obligatoria a los alumnos, del libro titulado Comedia Bífida, a cuyo lado palidecería cualquier texto de la Formación del Espíritu Nacional. 

Gloria Lago. Presidente de la Asociación Hablamos Español.