El 2021 será un año de avances históricos en la movilidad externa e interna de Galicia. Veremos culminada la conexión gallega de alta velocidad y reduciremos, de forma sustancial, la factura que los gallegos pagan por sus desplazamientos en la AP-9. Dos hitos largamente reclamados por la sociedad gallega con justicia.
Estas mejoras no se improvisan. Son el resultado del impulso dado para desatascar los muchos obstáculos que afectaban a las obras de la alta velocidad y para dotar económicamente las bonificaciones de la autopista en el primer presupuesto aprobado con este Gobierno.
Las bonificaciones serán las mayores de la historia concesional de España. Vamos a ir, en muchos aspectos, más allá de lo inicialmente planteado. Contemplamos un descuento del 100 % para los viajes de vuelta a todos los vehículos ligeros, todos los días de la semana y desde el primer viaje. Y un descuento adicional para los usuarios que más usan la autopista. Para los vehículos pesados, una bonificación en proporción a lo que representan en la recaudación.
Estamos inmersos en una negociación financiera y jurídica compleja. Comprendemos la impaciencia, pero es un momento delicado que tenemos que gestionar bien por su repercusión histórica. No podemos dejar algo mal atado a las próximas generaciones, como ha ocurrido otras veces. Agradezco al presidente Feijoo su colaboración y comprensión en este tema.
Estos hitos tienen una trascendencia especial, pero, pese a la pandemia, hay otros avances. En los últimos dos años y nueve meses hemos puesto en servicio 30 kilómetros de nuevas autovías, e incrementado la ejecución en carreteras.
Se ha culminado la inclusión de Galicia en el corredor atlántico de mercancías y hemos puesto en servicio 110 kilómetros de la alta velocidad gallega entre Zamora y Sanabria.
De cara al futuro estamos impulsando una modernización integral ferroviaria: ya ha arrancado con fuerza la renovación de la línea Ourense-Monforte-Lugo y en abril licitamos el estudio para dar continuidad al Eje Atlántico hacia Portugal.
Haremos avanzar las estaciones intermodales pendientes. En Vigo, este año podremos inaugurarla. Y, con el apoyo de los fondos europeos, las actuaciones de la agenda urbana tendrán un impacto realmente transformador. Para estos temas, todos sabemos que es necesario el concurso de las demás administraciones para avanzar.
Es lo que ocurre, también, respecto a la situación financiera de la Autoridad Portuaria de A Coruña y al acceso ferroviario a Punta Langosteira. Nuestra actitud es clara: hay que mover ficha para desbloquear la situación. Vamos a pedir la prórroga ambiental del proyecto y prepararlo para acceder a financiación europea (que hoy no lo está). Vamos a propiciar una relajación de los términos de la deuda y a impulsar un convenio que posibilite que A Coruña tenga un proyecto de ciudad moderno. No hipotecado por decisiones del pasado. Todos: ministerio, Xunta, Ayuntamiento y Puerto debemos aportar para que este tema entre en una vía de solución y no se estanque otros quince años en el reproche continuo. Por nosotros, no quedará.
Esta semana compartí con el presidente de la Xunta nuestras actuaciones y proyectos para Galicia. También reflexionamos qué podemos hacer desde nuestras responsabilidades para impulsarlos. En el ministerio queremos seguir escuchando, informando y coordinándonos en todos los temas que compartimos. Por eso acogimos con agrado su ofrecimiento. Después de Semana Santa continuaremos el diálogo al más alto nivel. Un diálogo que debemos desarrollar con el mejor tono y lealtad posibles. En el Gobierno tenemos muy presente la agenda gallega, porque nos importa España y nos importa Galicia. Esto no está abierto al debate.