La sorpresa de ver a Nuria Roca presentando El Hormiguero ha disparado los aplausos por su naturalidad y frescura, lejos del empalague casposo al que nos tiene acostumbrados Pablo Motos, pero también ha evidenciado esa realidad que esconde a las mujeres por la noche. Estamos más que hechas a vernos como protagonistas de las mañanas, en ese estereotipado formato que se llama magacín, como si esa fuera la única opción para nosotras. María Teresa, Ana Rosa, Susanna, Mariló, María, Sonsoles... han sobresalido en esa franja liderando sin oposición masculina ese huso horario. Las mañanas son de las mujeres, pero el vacío es total cuando se habla de late night, salvo como complemento al macho alfa. Sandra acompaña a Wyoming en El Intermedio con mucha contención y mesura informativa y para de contar. Ahí están Buenafuente, Broncano, Pablo, y hasta Iker, en otro espacio nocturno, para abrirnos los ojos de la noche, en donde las mujeres desaparecen salvo para formar parte de los realities. No hay chicas entrevistando cuando los niños se van a dormir, ni señoras sacando su buen humor porque de alguna manera se las ha espantado en ese código de nocturnidad. Ahí ya no hablamos de magacín, que tiene una connotación más ligera y entretenida. El ingenio, la chispa y el disparo ácido se les presupone a estos tiarrones de la noche. Ojalá Nuria nos haga caer en la cuenta.
La Voz de Galicia
Pablo Gómez Cundíns
Comentarios