«La ciudadanía está muy por encima de nuestra clase política»

Cartas al director
Cartas al director CARTASALDIRECTOR

OPINIÓN

Gente con mascarilla en una calle del centro de Monforte
Gente con mascarilla en una calle del centro de Monforte CARLOS CORTÉS

28 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Cargos públicos y honradez

Las personas que tenemos una edad nos acordamos cómo un periodista deportivo repetía machaconamente que los cargos públicos están «para servir y no para servirse». Esto viene a colación por cómo se han saltado algunos/as los protocolos y se han vacunado contra el covid-19 mucho antes de que les correspondiese.

Es indignante cómo se han aprovechado de sus puestos para saltarse por la cara la lista de espera; algunos han dimitido a regañadientes (pero «con la conciencia muy tranquila», según sus propias palabras). Desde estas líneas propongo que no se les suministre la segunda dosis y que se les inhabilite de por vida para ocupar un cargo público, porque han demostrado no estar a la altura de las circunstancias y tener la catadura moral (si es que alguna vez la han tenido) a la altura del barro. José Manuel Mingo Jiménez. Bilbao.

Las decisiones de los políticos

Dejémonos de parches. Este virus va a seguir circulando, y lo hará con más o menos velocidad en función de lo que nosotros, como ciudadanos, hagamos para tener el cuidado suficiente. Creo que la ciudadanía está muy por encima de nuestra clase política en responsabilidad, conciencia y cuidado, aunque siempre haya algún trastornado que vaya por ahí como si aquí no pasara nada, pero son una excepción, no la regla. Mientras haya un autobús circulando con 30 personas no puede haber un bar o un comercio cerrados, no tiene sentido, ni lógica, ni desde luego es justo para estos sectores que están pagando el pato con creces de algo que ni fomentan, ni provocan, ni de lo que tienen la culpa. El problema es que nuestros políticos se arropan con la «salud» para tomar decisiones, que harán que muchas personas pierdan de forma muy significativa su calidad de vida, pero ellos siguen cobrando su sueldo regularmente todos los meses, por lo que no les duele, por mucho que digan lo contrario. Propongo que cada político que tome una decisión «para proteger la salud de los ciudadanos», que suponga meter en problemas a pequeños empresarios y autónomos, deje de forma inmediata, y hasta el final de su medida, de cobrar su sueldo. Seguro que se lo empiezan a pensar más. Hugo Benso García. Vigo.

Ley Celaá

La nueva ley de educación no mejora para nada la libertad ni la igualdad. Pero no pidamos coherencia a Celáa, perteneciente a la burguesía de Bilbao, que en su juventud estudió en un colegio de monjas católicas, hizo su carrera en Deusto, la universidad de los jesuitas, y que ha llevado a sus hijas también a un colegio católico. Valentín Abelenda. Gerona.