Portugal: más Rebelo de Sousa

Francisco Carballo-Cruz FIRMA INVITADA

OPINIÓN

DPA vía Europa Press

26 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los principales asuntos de interés de las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Portugal eran saber con qué porcentaje de votos ganaría en primera vuelta el actual presidente Rebelo de Sousa (PSD, de centro-derecha), si la tasa de abstención superaría el 50 %, y quién sería el candidato que ocuparía el segundo lugar. Marcelo (como llaman los portugueses a su presidente) ganó con casi el 61 % de los votos emitidos, un porcentaje algo inferior al que le daban las encuestas, aunque bastante superior al que obtuvo hace cinco años (52 %). La tasa de abstención alcanzó el 60,5 % del censo, debido a la desmovilización de los electores provocada por la gran ventaja de Rebelo de Sousa en las encuestas, a la inexistencia de un candidato del Partido Socialista (PS) y a la mala evolución de la situación pandémica. El segundo candidato más votado fue la socialista Ana Gomes (13 %), que no contaba con el apoyo de su partido, relegando al tercer lugar a André Ventura (11,9 %), candidato del Chega!, de extrema derecha, que continúa creciendo.

El principal ganador de las elecciones es Rebelo de Sousa, que consiguió reforzar su victoria en porcentaje y número de votos, a pesar de que a priori era el más perjudicado por la elevada abstención y por las críticas cosechadas en los últimos tiempos por su proximidad al Gobierno del Partido Socialista. Otro ganador de los comicios es André Ventura, alma mater del Chega!, que batió a los candidatos de extrema izquierda (Partido Comunista y Bloco de Esquerda) y se quedó a poco más de un punto del segundo lugar. La irrupción del Chega! en el escenario político está reconfigurando la derecha del espectro, al reducir el espacio político del PSD y competir directamente en el del CDS (comodín del PSD en los gobiernos de derecha), al que todas las encuestas sitúan al borde de la desaparición.

El vencedor indirecto de los comicios es el Partido Socialista y, más concretamente, el primer ministro António Costa. Por un lado, porque los malos resultados de los candidatos de los partidos situados a la izquierda del PS confirman el retroceso general de esas formaciones y abren espacio para que el partido del Gobierno siga creciendo a su costa -actualmente con una intención de voto muy próxima al 40 %-. Por otro lado, porque una parte significativa del crecimiento del Chega! resulta del trasvase de votos del PSD, que permanece estancado en las encuestas -con una intención de voto en el entorno del 28 %-. Además, la consolidación del Chega! -que reúne alrededor del 5,5 % de las intenciones de voto y creciendo- obliga al PSD a revelar sus propósitos en relación a futuros pactos electorales, un asunto que genera fuertes tensiones en el seno del partido.

La continuidad de Rebelo de Sousa es positiva para Portugal. A pesar de que en su primer mandato ha mantenido una estrecha colaboración con el Gobierno, no ha dejado de ejercer sus poderes, vetando proyectos legislativos o condicionando la acción de gobierno, llegando incluso a forzar la dimisión de varios ministros. En estas elecciones los portugueses no solo han votado mayoritariamente a Rebelo de Sousa, han votado también a valores como el entendimiento institucional y la estabilidad política, que en el momento actual son fundamentales para gestionar la crisis sanitaria y el proceso de vacunación e impulsar la recuperación económica y la transformación del modelo productivo del país.