Un legado muy provechoso

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

23 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ahora que ya nos deshicimos del dragón y vemos el mundo con más optimismo, quizás por eso, podemos reconocer que no es necesario tirar a la papelera todo lo que hizo Donald Trump. Y obtener ciertas enseñanzas provechosas, no porque así lo quisiera él; pero podemos quedarnos con una parte de su legado para sacar conclusiones. De lo que hizo, dijo y dejó de hacer y de decir, se pueden extraer deducciones trascendentales para nuestro futuro.

Así, gracias a él, pudimos descubrir que la primera democracia del mundo, la que tantas y tantas lecciones nos dio y tantas invasiones protagonizó para instaurar la libertad, es una absoluta mentira. Un engaño y un fraude. Porque una sociedad que elige a un presidente golpista, no tiene cultura democrática. Y un presidente que no respeta los resultados electorales y azuza a sus holligans para asaltar el Capitolio y revertir la decisión ciudadana, no es un líder democrático, ni un país democrático, ni una democracia ejemplar. Y Trump nos demostró que, detrás de la gran pantalla de libertad y tolerancia, no hay más que miseria.

Es difícil razonar cómo más de 74 millones, un 46,8 %, de votantes que se consideran demócratas hayan apoyado a un bravucón insensato que basó su legislatura en insultos y amenazas.

Insultos y desmanes que trasladó Trump a las redes sociales y que nos sirvieron para abrir un debate a nivel mundial. Hace años que algunos alertamos de los peligros que circulan por Internet. Pero ha tenido que ocurrir lo que ocurrió para darnos cuenta de sus daños y que por las plataformas circulan las informaciones sin control. Con la ayuda de las redes, llegó mintiendo; mintió todo el mandato y se fue mintiendo. Dijo haber ganado unas elecciones que había perdido, se produjo el asalto al Capitolio y, dicen los especialistas que si esa mentira se mantiene viva, cualquier victoria electoral futura podrá ser desacreditada. Allí y en cualquier parte del mundo. Y otra enseñanza que extraemos de su legado. Y la más importante, quizás, que nos ha dejado el perdonavidas de Trump. Cualquier botarate y golpista puede llegar a presidir un país. Por muy democrático que se considere. De nosotros depende.