Lo que esconden los SMS de Donald Trump

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

JOSHUA ROBERTS | Reuters

15 ene 2021 . Actualizado a las 10:05 h.

Quiso hacer América grande otra vez, pero lo único que infló y ensanchó fue su ego y la polarización en EE.UU. y en buena parte del mundo. Trump ya casi es historia. Ha perdido el poder después de intentar retenerlo con malas artes y formas propias de la peor tradición de los caudillismos latinos y de alentar el golpismo en un país que no lo tenía en su ADN.

Se veía como un triunfador, pero solo deja tierra quemada. Y reveses. Dos procesos de impeachment, una contundente derrota electoral, la pérdida de las dos cámaras legislativas y, lo que más pareció dolerle, la clausura de sus cuentas en redes sociales. Ahora el temeroso Donald manda mensajes SMS (tan inusuales que son muy efectivos en la actualidad) y difunde clásicos comunicados. Como se trata de un personaje muy tóxico, no se ha debatido, de forma serena, lo suficiente sobre la excepcional medida tomada por Twitter y Facebook. ¿Hicieron bien estos gigantes de la Red en cerrarle las cuentas a un jefe de Estado? Es fácil argumentar que estaban ayudando a la democracia. Pero tampoco es difícil sostener que han practicado la censura. Hasta Jack Dorsey, responsable máximo de la red del pájaro azul, ha calificado lo sucedido «como un precedente peligroso».

Parece evidente que necesitamos mecanismos para proteger la libertad de expresión y, a la vez, limitar la desinformación y los bulos, pero sin que los jefes de las redes sean los «árbitros de la verdad».