«Por favor, dejen de hablar de nuestros padres y madres como agentes pasivos»

La Voz CARTASALDIRECTOR

OPINIÓN

Servicio Ilustrado (Automático)

15 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Bares cerrados, buses petados

Soy una funcionaria que vivo en Ferrol y trabajo en A Coruña desde el año 2007. Yo y más de cien personas trabajadoras, en su mayoría funcionarios públicos, nos trasladábamos a diario a nuestro puesto de trabajo en dos autobuses llenos que hacían dos rutas por la ciudad de A Coruña por un acuerdo con la empresa Arriva. El 24 de diciembre este servicio pasa por concurso de la Xunta a una UTE de la compañía Monbus. Se suponía que la nueva compañía respetaría todos los acuerdos, líneas, rutas y servicios de la empresa anterior, incluso conservó a gente de la plantilla. Cual es nuestra sorpresa cuando, en plenos tiempos del covid, en lugar de tener más líneas para guardar más distancia de seguridad la compañía Monbus, que da los precios a la baja, suprime líneas de hace más de 23 años de trabajadores y universitarios, por ser servicios especiales que no se contemplaron en el pliego de contratación con la Xunta de Galicia, que es la que tiene las competencias del transporte público en Galicia y subvenciona parte de los billetes. Fernanda Soutullo Siverio. Ferrol.

Yo acuso

Yo acuso por el trato desigual que se está dando al tema de la residente de un centro de mayores a la que se le ha administrado la primera dosis de la vacuna por sentencia judicial. Yo acuso porque estamos hartos de que nuestro padres y madres sean solo objeto de deberes y no sujetos de derechos. Yo acuso porque estamos cansados de que, constantemente, se estén conculcando sus derechos más fundamentales. Yo acuso porque estamos hastiados de que, ante los brotes de virus se les encierra, como si los culpables fuésemos los familiares o fuesen ellos, mientras las residencias siguen cometiendo tropelías por la falta de protocolos o de personal. A consecuencia de esos encierros, el deterioro cognitivo de muchos —que desconocían por qué sus hijos los habían abandonado— se ha acelerado y ya es irreversible. Los efectos de los encierros han sido devastadores, lean los informes de Amnistía Internacional, las declaraciones de neurólogos, de investigadores en Psicología Evolutiva, de la sociedad de geriatría...

Ahora parece que la vacuna solo es opcional para toda la población excepto para los mayores. Muchos trabajadores de residencias se niegan a ser vacunados por los mismos miedos que ha manifestado la hija de la residente obligada a vacunarse, pero de los trabajadores no se habla. Pues si se supedita el derecho individual al interés de la salud pública en el caso de esa señora, se supedita igualmente en el caso de todos los trabajadores de las distintas residencias. De hecho, es significativamente más grave que se niegue un trabajador a ser vacunado, cuando puede vehiculizar con mucha más facilidad el virus, que un residente muy dependiente que vive allí. Además, hay precedentes legales que obligarían a los trabajadores y sanitarios de un centro en el que vive población vulnerable a ser vacunados para evitar ser transmisores del virus. Es decir, en su caso la vacuna sería condición sine qua non para poder trabajar en el centro. Hay jurisprudencia al respecto. Por todo ello, por favor, dejen de hablar de nuestros padres y madres como agentes pasivos. Pedimos respeto, respeto de todos su derechos. Alberto Sousa. Santiago.

O mundo en xaque

Hai pouco máis dun ano que ese virus chamado covid-19 apareceu no planeta Terra, polo menos iso é o que nos din, parece ser que foi en China, polo menos iso é tamén o que nos dixeron. Sexa como sexa, ese microscópico virus deu un xaque ao mundo enteiro, aquí non hai ricos nin pobres, bo, si os hai, xa que, como sempre, onde este «don diñeiro, poderoso cabaleiro» (como cantaba Paco Ibáñez), todo é posible.

Quizais por ese motivo xa temos non unha, senón varias vacinas e en menos dun ano. Con todo aí está a outra cara da moeda, millóns de seres humanos seguen morrendo, de fame, de frío, no mar, en guerras; e non pasa nada, así seguirá.

Que terá que pasar para que isto acabe dunha vez por todas, e os que de verdade teñen os medios e o poder axuden a facer un mundo máis xusto? Acaban de empezar a vacinar a miles de persoas, pero con todo séguense gastando centos de miles de millóns en armas, isto é o mundo ao revés.

E aquí, en España, nos queixamos da Filomena esa, como se non houbese un mañá. Serafín Valladares Guimeráns. Cangas.