Estados Unidos, viaje a 1898

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

10 ene 2021 . Actualizado a las 10:01 h.

Hay un nombre que algunos estadounidenses recuerdan estos días. Wilmington. Porque en 1898 una turba cuestionó los resultados electorales de esta ciudad de Carolina del Norte y derrocó el gobierno local. Decían que actuaban para restablecer el orden, la ley y los valores de su país. Se consideraban revolucionarios que luchaban contra la decadencia y la corrupción. Unos héroes encabezados por un excongresista que apartaban a personas que no eran dignas de sus cargos. Hombres que se sentían llamados a poner las cosas en su sitio. Así los describieron también los libros de texto estadounidenses durante años y años. Pero los que se levantaron en armas eran supremacistas blancos que no iban a tolerar que ciudadanos negros hubieran logrado ser concejales y funcionarios. Por eso quemaron un periódico, el The Daily Record, asesinaron a decenas de personas y purgaron a líderes políticos que habían sido elegidos por el pueblo. Es una masacre cuyo recuerdo incomoda entre los americanos, pero que ha llegado a considerarse el único golpe de estado llevado a cabo con éxito en el territorio de EE.UU. El nuevo e ilegítimo gobierno fue una palanca que activó una segregación más dura en el sur. Frenó la integración y, por lo tanto, cambió la historia. Las acciones más infames pueden lucir bien en el escaparate si se iluminan el falso discurso de la épica y la justicia. Los que aplauden a los asaltantes del Capitolio es probable que, en el fondo, admiren el espíritu de aquellos criminales de Wilmington. Los que promovieron lo sucedido en 1898 y los que instigaron el lamentable episodio del 2021 buscaban lo mismo. Mantenerse en el poder a cualquier precio.