Tengo 19, y el covid estuvo a punto de matarme

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

Alberto Estévez

07 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Gracias a ti logré sobrevivir

El 16 de noviembre de 2020 cumplí 19 años ingresada por covid en el HUCA. Días antes mi familia y yo estábamos confinados por ser mi padre PCR positivo por covid asintomático debido a un brote surgido en su trabajo. Yo ya llevaba dos semanas sin salir de mi casa. La fiebre me comenzó a subir y la saturación de oxígeno en sangre me marcaba en el pulsioxímetro cada vez más baja sintiéndome cada vez más y más fatigada. Soy asmática desde pequeña. Tuve que ser ingresada de urgencia por covid en la planta del HUCA 4ª. Mi situación fue empeorando. Finalmente, tuve que ser ingresada en la uci. Primero intentaron solventar mi falta de oxígeno con las gafas de alto flujo, pero al final tomaron la decisión de entubarme. A pesar de la sedación fui consciente de todo lo que tuvieron que hacer por mí. El ambiente era de una actividad frenética. Luchaban por salvar la vida de los pacientes covid. Finalmente superé la delicada situación gracias al enorme esfuerzo de todas esas personas que están luchando por la vida de otras en el total anonimato. Esta vez me trasladan a la planta 5ªB, donde de nuevo recibo un trato inmejorable pasando las horas en la cama sin poder levantarme. Al principio apenas podía hablar ya que las cuerdas vocales estaban inflamadas. No podía incorporarme porque me mareaba y mis piernas no eran capaces de sostener mi cuerpo. Esta vez tuve la ayuda de una fisioterapeuta. Por todo esto, quiero expresar mi enorme agradecimiento a todas las personas que lucharon por mí, por todos nosotros. Me di cuenta por primera vez de la fragilidad de la vida. Carmen Aguirre. Oviedo

  Agolpados en el súper

Quiero utilizar este pequeño espacio que me ofrece La Voz de Galicia, para comunicarles mi total indignación que observé en un supermercado. Estaba abarrotado de gente con carritos. La empresa tiene colocadas islas de productos de ofertas, que impiden el paso y la distancia mínima. Pregunté a uno de los empleados por qué permitían esta forma de entorpecer los pasillos y me contestó que es lo que manda la dirección. Me comenta que la culpa es de los clientes que todos van a la misma hora. Tendrían que controlar el aforo y prohibir la entrada. Tengo 70 años e intento evitar riesgos. Salí muy enfadado. Jordi Ros. Oleiros.