¿Acaso el virus solo se contagia en las horas de ocio?

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

PACO RODRÍGUEZ

22 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Incoherencias absurdas

No seré yo quien esté en contra de cuantas medidas sanitarias y de seguridad implante la Xunta para contener los contagios de la pandemia del covid-19. Pero habrá que tener cierta coherencia de los técnicos y de los propios políticos que están gestionando la sanidad pública. A las 00:00 horas de hoy entró en vigor el nivel 2, donde con carácter general se prohíben las reuniones de más de 5 personas y en los concellos de Santiago y Milladoiro no se permiten las reuniones de no convivientes. Todo sea por la salud de los gallegos. Sin embargo, esas medidas son contradictorias con otras situaciones que vivimos en el día a día. Por ejemplo, ir en el transporte público, donde el número de personas que pueden estar dentro de autobuses, ferrocarriles y aviones multiplica el número «5» que tiene que haber en reuniones entre familiares o amigos. Otro ejemplo: en los colegios, las aulas están en el entorno a 25 alumnos por aula con la disculpa de la famosa «burbuja comunitaria» que más bien parece una tomadura de pelo. Otro ejemplo: ¿en qué centros de trabajo se cumple con el número máximo de 5 personas? La distancia en muchos casos es imposible de mantener por razones operativas; es el caso del trabajo en cadena donde la distancia de los 1,5 metros es una quimera. ¿Acaso el virus se contagia en las horas del ocio, y mientras en el transporte público, en los colegios, y en los centros de trabajo se mantiene alejado de los ciudadanos? Es una vergüenza el trabajo de gestores y políticos. Otro ejemplo es la aberración del sistema público de salud en su política de solo atender a los enfermos por teléfono, y ya llegará después la llamada el médico quien decidirá con la «bola de cristal» a quiénes cita presencialmente y a quiénes no. Qué poca ética profesional y qué dudosa moral. Los que ejercen el poder siempre ganan. Imponen sus criterios tengan o no tengan razón. El sistema les favorece, utilizando argumentos profesionales que no siempre son ciertos. A los pacientes solo nos queda el pataleo. Pero nos dicen e insisten en que hay que ser cívicos, educados y tener empatía hacia los demás. Sin embargo, no es fácil cuando nos jugamos nuestra salud y nuestra seguridad personal. Enrique Lorenzo Rial.

 Poca solidaridad

Nos quejamos del aumento de infectados por el coronavirus en toda España y, mientras tanto, los ciudadanos de a pie, los que estamos expuestos a ser los próximos infectados, ¿qué hacemos? En ningún caso, todo lo necesario. Cuando le llamé la atención a ciudadanos que circulaban sin mascarillas o estaban fumando en la terraza de un bar, jamás he recibido el respaldo y apoyo de ciudadanos que circulaban próximos a mí. Me dejaron solo. Tratándose de la erradicación de esta pandemia que nos afecta a todos, la solidaridad es muy importante. Pío Pedreira Vilas. A Coruña.