Iglesias y Ayuso, odio a primera vista

OPINIÓN

José Oliva | Europa Press

21 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Esperando la llegada de la reina a un acto en Madrid, a Pablo Iglesias se le ponen ojos de miope negacionista de las dioptrías, como si ese achinamiento le permitiera ver más allá. Dada su glotonería por saber, a lo mejor está intentando descifrar la tarjeta SIM mental de Isabel Díaz Ayuso. Pero es difícil saber en qué piensa ella. Ni preguntándole es fácil. Esta imagen sin distancia de seguridad es lo opuesto al amor a primera vista. La presidenta madrileña parece ensimismada, a años luz de donde se encuentra físicamente, quizá buscando con la mente contagios en Pamplona y en Despeñaperros para darle a Pedro Sánchez con ellos en los morros. Quién sabe si en realidad no estará intentando descifrar el cerebro del propio Iglesias, complejo sin duda perteneciendo a alguien que iba para asaltar los cielos y se empotró en una hipoteca en Galapagar. He aquí a dos materias grises con alta irresponsabilidad en el país. De ahí quizá el color que está adoptando España: muy gris.