Sobre dictaduras y el PP

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

19 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La democracia en España está en riesgo, Sánchez es un dictador al frente de un Gobierno despótico que tiene un proyecto totalitario, quiere dinamitar el Estado de derecho, ha secuestrado a los madrileños a punta de pistola y los mantiene como rehenes porque odia esta comunidad. Este escenario disparatado y apocalíptico está elaborado a partir de declaraciones de Gamarra, García Egea, Ayuso y Almeida, los políticos de máxima confianza de Casado. Esa es, además, la idea que este ha trasladado a la UE en el momento en el que se ultima la ayuda de 140.000 millones a España. En nuestro país solo ha habido un dictador en los últimos 80 años, Francisco Franco, que, ese sí, tenía un proyecto totalitario que negaba las libertades y los derechos fundamentales a los españoles y utilizaba las pistolas para algo más que secuestrarlos metafóricamente. Esa sí era una dictadura, que el PP es tan reacio a condenar. Desde 1978, gracias a una Constitución modélica, España es una democracia homologable a las más avanzadas. No, no somos Polonia o Hungría, regímenes iliberales donde la democracia es una mera fachada. El PP tiene un amplio campo para hacer su legítima labor de oposición: la gestión de la pandemia, la situación económica, la reforma del poder judicial o las críticas al rey de los socios de Sánchez. El camino no puede ser afirmar que España es una dictadura (constitucional, dijo en su día Casado) y difundirlo por Europa. Por ahí no debería transitar un partido de Estado que aspira a ser alternativa de Gobierno. Casado, podría, por ejemplo, empezar por levantar el bloqueo a la renovación del CGPJ, una vez que Sánchez se ha comprometido a descartar su peligrosa reforma si se aviene a negociar. Así funcionan las democracias.