El pasado fin de semana era testigo de la manifestación de jóvenes de la comarca de A Mariña tras una pancarta que rezaba «Polo noso futuro». Y me sumo a ese eslogan. Una multinacional no puede poner en riesgo el futuro de toda una comarca, sobre todo cuando actúa de mala fe, como hemos constatado a lo largo de todo el proceso de negociación del despido colectivo con numerosas advertencias en este sentido por parte de la autoridad laboral. Además, se ha revelado que la excusa del precio de la energía no es válida porque desde el Gobierno hemos puesto a disposición de la empresa todos los instrumentos de acompañamiento para mantener las capacidades industriales en A Mariña. También hemos explorado la venta de la fábrica a un inversor que tiene un proyecto industrial de futuro. Pero Alcoa ha rechazado todas las propuestas de solución. Es el no por el no.
Alcoa siempre ha querido cerrar la fábrica y sus hechos la han delatado. Durante estos meses ha utilizado el marco de las negociaciones para simular que estaban haciendo algo, cuando la realidad es que querían dejar pasar los plazos para cerrar la planta.
Y frente a la negativa de Alcoa de buscar soluciones, es el momento de reforzar la unidad de acción. En estos momentos, más que nunca, debemos seguir trabajando juntos ? Gobierno de España, Xunta de Galicia y sindicatos ? para mantener las capacidades industriales y el empleo de esta planta.
Desde las administraciones estamos desplegando todos los instrumentos jurídicos y administrativos para exigir a Alcoa el cumplimiento de los requisitos necesarios por las ayudas públicas recibidas, como las subvenciones de CO2 que exigen a la empresa el mantenimiento del empleo, algo que no parece cumplir con la ejecución de ERE que acaba de comunicar. Pero también, le vamos a exigir el cumplimiento de las obligaciones medioambientales por las que tendría que hacer frente a cientos de millones de euros en caso de incumplimiento. Nuestra voluntad es que Alcoa devuelva todas las ayudas públicas que ha recibido.
También estamos analizando todos los instrumentos dentro del ordenamiento jurídico y del marco de la Comisión Europea para garantizar un futuro industrial en la factoría de Alcoa en A Mariña. El interés de Liberty House por invertir en la planta continúa y su proyecto garantiza el futuro de la planta.
En todo este largo proceso, desde el Ministerio de Industria planteamos una iniciativa innovadora y original: la posibilidad de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) tomara el control de la planta de San Cibrao para poder cederlo luego a la compañía Liberty, interesada en adquirir la factoría de aluminio. Una opción que respalda la Xunta y los trabajadores. Esa toma sería posible si Alcoa aceptase. Y Alcoa está a tiempo, todavía puede rectificar y permitir una venta que le ahorraría un proceso judicial largo y costoso.
Los próximos días serán decisivos y es importante, como decía al principio, mantener la unidad de acción para conseguir el mejor desenlace.
Volviendo a la manifestación del pasado domingo, los jóvenes son el futuro y por ellos el Gobierno de España, la Xunta de Galicia y los sindicatos seguimos unidos con un único objetivo: mantener la producción de aluminio en A Mariña.