Pacto verde y Europa digital

Ricardo García Mira OTRA MIRADA

OPINIÓN

Jose Jacome

15 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La exclusión por la Universidade da Coruña de un proyecto industrial transversal reforzado por TIC hace ver que falta ambición y, sin duda, agudeza política. Dejará así un futuro incierto para un proyecto concebido con sacrificio y con ilusión. Un corto horizonte con una única expectativa, la del Igape, para reformar uno de los veinte edificios de la antigua Fábrica de Armas. Una ambición minúscula para una iniciativa en la que solo deberían entrar emprendedores audaces, con visión de futuro.

Por la dependencia de financiación europea de mi grupo de investigación, no puedo dejar de repasar a fondo el Programa Green Deal (Pacto Verde), con sus más de 1.000 millones de euros de presupuesto para 2021-2027, y ámbitos a financiar que abarcan clima, energía limpia, industria para una economía circular, eficiencia energética, movilidad sostenible e inteligente, alimentación saludable, biodiversidad y contaminación cero.

Por la misma razón, y en la idea de que la Ciudad de las TIC sea una realidad algún día, no he dejado de estudiar el Programa Digital Europe, dotado con 8.200 millones de euros para el mismo período, distribuido en cinco subprogramas: Computación de alto rendimiento (2.400 millones.); Inteligencia artificial (2.200.); Ciberseguridad (1.800.); Habilidades digitales avanzadas (600), y Apoyo al uso de tecnologías digitales (1.200).

Ambos constituyen dos ambiciosos programas y una apuesta por construir los sistemas e infraestructuras de conocimiento de Europa. No hace mucho, algunos partidos reclamaban que Galicia debe tener presencia en el Pacto Verde y están en lo cierto. La presencia en Digital Europe, que es el que financiará las TIC en Europa, con una iniciativa como la Ciudad de las TIC, no debería discutirse. Las universidades gallegas pueden responder con las capacidades y experiencia que exigen estas convocatorias. A estas alturas, ya debería existir una política decidida para afrontar estos desafíos y mover la maquinaria institucional en esa dirección. Me temo que la ambición es pequeña. Los plazos corren y, si no se prevé una política de investigación en esta doble dirección, conectando la ambición europea con la que debe tener la Universidad, ¿cómo se financiará este tan anunciado polo innovador? ¿a qué se hace referencia cuando la UDC habla de fondos europeos para financiar la Ciudad de las TIC?