El anuncio de los Premios Nobel 2020 de química y física ha dado claves interesantes sobre el funcionamiento del jurado. Por un lado, el premio de química para el método de edición de genoma era de lo más esperado: es uno de los avances científicos más importantes de lo que llevamos de siglo. Las incógnitas eran cuándo se daría y si junto a las dos mujeres premiadas (Charpentier y Doudna) habría un tercer galardonado, ya que se puede conceder hasta a tres personas. Había muchos candidatos para ocupar ese tercer hueco, entre ellos el alicantino Francisco M. Mojica (que dio las claves iniciales de ese método), pero la Academia Sueca ha evitado elegir. A este le queda el consuelo de aparecer citado en el informe científico que ha emitido la Fundación Nobel. La ciencia española se siente agraviada, aunque recordemos que el Premio Princesa de Asturias 2015 también reconoció solo a Charpentier y Doudna y dejó fuera a Mojica. Nos queda aún la opción del Nobel de economía, que se anuncia hoy. A ver si hay suerte y se reconoce a Manuel Arellano.
Cuanto a los plazos, han tardado 8 años (el descubrimiento data de 2012). Puede parecer mucho, pero para la dinámica del Nobel eso es muy rápido. Piensen sino en el caso de Roger Penrose, que ha sido premiado en física por un trabajo realizado … ¡en 1964! La pregunta ahora es, ¿no hubo tiempo de hacerlo antes? Y sobre todo, ¿no hubo tiempo antes de que Stephen Hawking muriese en el 2018? Muchos creemos que, de haber estado vivo, habría acompañado a Penrose.