O suicidio dun neno

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

PEPA LOSADA

09 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Menos «tolerancia cero» e máis responsabilidade 

Asisto con rabia e impotencia á aparición doutro caso fatal relacionado co lamentable e estendido acoso escolar e as súas consecuencias (nesta ocasión, nun municipio pertencente á localidade de Ames). Pode que para moitos, a persoa que acaba de falecer hai uns días, a causa do desprezo e a arrogancia duns e da covardía e inacción doutros, non sexa xmáis ca un simple número nas estatísticas. Pero o certo é que se trataba dun ser humano con dereito a vivir, ao que unha vez máis, non se soubo protexer nin axudar a tempo. Cantas mortes máis fan falta para que pais, profesores e alumnos tomen cartas no asunto, colectivamente? E os gobernos? Seguirán a mirar tamén para outro lado? Aqueles que atravesamos experiencias similares, sabemos o que significa sentirse menosprezados e alienados de tal forma. Isto non é ningunha broma; xa non falamos dunha lacra social propia tan só dos EE.UU. ou doutros países afastados. Estas desgrazas perpetuaranse se non se toman xa as medidas necesarias. André Piñeiro González. VIlagarcía de arousa.

  Big data, «brother»

600.000 es el número de cámaras de reconocimiento facial que ha implementado el partido comunista chino en todo su territorio para «concienciar» a la población en un nuevo «proyecto a favor de la armonía social». Cámaras que siguen cada uno de tus movimientos para no perder detalle de qué haces, con quién vas y a dónde… Visto con cierta perspectiva, los habitantes de China se han convertido en unos concursantes televisivos obligados a ser buenos ciudadanos, vendiendo cada minuto de su vida a los líderes mediante un sistema de puntuación opresivo que doma y apacigua a los débiles. Nadie puede salirse del sistema, ni dar su opinión, el que la de se verá en una lista negra y privado de los «privilegios» adecuados que los silencien más, como Internet o los servicios de mensajería. Este proyecto empequeñece a las poblaciones más minoritarias, como la musulmana, con la excusa de frenar el terrorismo islámico. Ya no se trata de un grupo de jóvenes en una casa, estamos hablando de 1.300 miles de millones de ciudadanos siendo víctimas del abuso de poder del sistema chino. A mis 16 años, no me puedo creer que esto esté ocurriendo, y pienso que no tardará en llegar a nuestros hogares. ¿Vamos a dejar que se cancele a las personas con mente libre, que no quieren formar parte del rebaño? ¿Permitiríamos formar parte de listas negras por no ser como quieren que seamos?

Ya no somos datos, somos números. Ahora somos individuos, nacidos para ser adiestrados. Ya estoy harto. ¿Y si cambiamos las cosas y… (puntuación baja, vuelva a intentarlo más tarde). Jordi Muñoz..