Unas elecciones para cesar a todo el que no tenga preparación para estar en un cargo público

Cartas al director
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OPINIÓN

29 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni gestionan, ni dimiten

Si existen unas elecciones para elegir representación, ¿por qué no existen unas para que podamos destituir al que no aporte nada con su labor, al que emplee su cargo para sus intereses personales y no para colaborar con el Gobierno?

¿No deberíamos establecer un referendo con carácter legal e imperativo que permita al pueblo mandar al paro a todo aquel que trabaje en una institución y que no emplee su puesto para ayudar a toda la ciudadanía con integridad, seriedad, honradez e imparcialidad? ¿No debería existir una medida que apruebe que podamos cesar a todo el que no tenga preparación para estar en un cargo público y no tenga la dignidad de dimitir a pesar de su pésima gestión?. ¿Un medio que propicie que el pueblo pueda despedir por mayoría a los cargos que no son productivos, a los que están influidos por una ideología favoritista cuando deben de mantener una absoluta objetividad o a los que desde la oposición están ganando un salario por dedicarse a boberías y no en colaborar para sacar a una nación hundida por la crisis económica y sanitaria adelante?

Su cometido es el de luchar por nuestra economía, salvaguardar el bienestar social, la sanidad, erradicar las diferencias sociales, el machismo, los dogmas medievales que estigmatizan nuestro Estado de derecho, y su obligación moral es hacer de este país un mundo mejor para los ciudadanos. Y por encima de todo, velar por la vida de los españoles. Deberíamos poder sustituirlos por alguien que sea digno de estas labores. Seguro que muchos se pondrían las pilas. Paula Martínez Mouzo. A Coruña.

Salud mental, covid y promesas

En las consultas de salud mental los especialistas estamos viendo en los últimos meses las repercusiones que la pandemia ha tenido en nuestros pacientes. Todo lo que el covid-19 ha implicado en nuestras vidas ha coincidido con el empeoramiento de los cuadros clínicos de aquellos pacientes más vulnerables o con la aparición de nuevos cuadros en pacientes sin antecedentes previos. Esto afecta a todas las edades y no ha hecho más que empezar. La pandemia tendrá un impacto notorio en la salud mental. La inversión en recursos en este ámbito es una garantía de futuro. Pero en comparación con otras especialidades médicas es muy inferior. En Galicia, la dotación de dispositivos y profesionales (sobre todo en psicología clínica) está a años luz de otras comunidades. El Plan de Salud Mental post-covid 2020-2024 del Sergas fue anunciado justo antes de las elecciones de julio. Solo cabe decir que esperemos que no se quede en papel mojado, se incrementen los recursos para dar respuesta a la demanda, y, al mismo tiempo, permita facilitar el retorno de tantos profesionales que hemos tenido que emigrar a otros servicios de salud. Raquel Seijas. A Coruña.