Y ahí sigue Jordi Hurtado

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

OPINIÓN

29 sep 2020 . Actualizado a las 08:41 h.

No es habitual en televisión que un presentador soporte el éxito sin caer en desgracia. No es común que uno no se desgaste, se empache de gloria o se queme por la fuerza de los focos, pero ahí está él, Jordi Hurtado, cumpliendo años con la misma fuerza que le ponía en sus inicios. Ha soplado los 63, podría pertenecer a esa estirpe de puretas hastiados por el curro, pero regresa a la televisión fresco como una lechuga poniéndole la misma intensidad a las proezas de sus concursantes que le echaba en 1997, cuando arrancó Saber y Ganar. Este espacio, el más longevo de nuestra historia mediática, regresó ayer a la sobremesa de La 2 para dar comienzo a otra temporada, la número 24, en unas cifras que son de absoluto récord en unos tiempos en los que la constancia no se premia. Pero ahí está Jordi Hurtado, fiel a sí mismo, vestido como siempre, con el peinado de toda la vida, su sonrisa magnífica y su fe ciega en un trabajo que pocos hubieran aguantado. Ponerle pasión a lo que haces, parece decirnos Hurtado, es la mejor garantía para que las cosas te salgan bien, porque si el fracaso llega, te pillará al menos con la satisfacción de haber puesto toda la carne en el asador. Pero a mí me sigue sorprendiendo esa gente que, como él, lo hacen sin despeinarse, sin grandes aspavientos, como si nada de lo que consiguen tuviera mérito. Algunos le llamarán friki, pero en televisión, Jordi Hurtado viene a ser un profesional de los que ya no quedan.