Tallas e industria: un futuro impreciso

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

M.MORALEJO

24 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un año Nature publicó un trabajo de un grupo mundial de investigadores -con al menos la participación de una gallega en Londres-, utilizando datos de talla y peso de 190 países, en el que establecía que más del 55 % del incremento mundial del índice de masa corporal correspondía a personas de zonas rurales. Los resultados cambian las percepciones de vida saludable al uso entre lo rural y lo urbano.

Un trabajo de González Portilla, de la Universidad del País Vasco, Primera industrialización, desequilibrios territoriales y Estado, utiliza la talla de los mozos como indicador del desarrollo y alimentación de la población y de la industrialización y sus efectos regionales. Por ejemplo, en 1964 un 42 % de los gallegos medía menos de 164 centímetros, frente al 39,5 % de los andaluces, el 18 % de los vascos, el 22 % de los catalanes y el 35 % del total de españoles. Lo que puede relacionarse con las potencialidades industriales de Cataluña, Andalucía y País Vasco mediado el siglo XIX, y el retroceso industrial posterior en Andalucía cuando el capital extranjero entró de forma cuasi colonial en los sectores mineros y metalúrgicos.

Un análisis publicado por M. Sío hace un año se preguntaba si Galicia era un entorno «pujante y competitivo». Pero décadas de desmantelamiento y caída del PIB industrial indican que no. Los análisis y propuestas abundan, pero es probable que falte perspectiva y transversalidad entre los actores económicos. Los clústeres creados en Galicia no alcanzan objetivos, salvo excepciones notables, y tienen más de estructuras administrativas que de modelos de cooperación empresarial. Poco que ver con lo que sucede en el País Vasco y, aún con obvias diferencias, en Cataluña o Madrid. Donde el mundo empresarial y el académico, incluso el político, tienen sociedad civil y organizaciones empresariales capaces de generar reflexión y estrategias industriales.

Recientemente la Universidade da Coruña parece que recibió una oferta, liderada por la corporación vasca Tecnalia e IFFE Futura, para crear un Centro de Fabricación Avanzada (4.0). Además de una oportunidad para aliviar nieblas que han asomado sobre el proyecto de Cidade das TIC, la participación de Tecnalia, un actor a considerar en el renacimiento industrial europeo, parece acreditar el interés de un proyecto de los que Galicia está necesitada. La presencia de Tecnalia puede resultar de interés ante Europa y los fondos para la reconstrucción, en los que el éxito estará ligado a proyectos de carácter reindustrializador, nuevas tecnologías y sostenibilidad. Y para ello no vendría mal a Galicia, y a sus empresarios, sinergias con liderazgos y organizaciones ajenas. Interacciones nuevas con antecedentes en otras etapas industriales de Galicia, donde estaban catalanes y vasco-navarros, o cameranos. Etapas de escaso éxito si de la talla nos fiamos, pues mediado el siglo XIX el porcentaje de mozos gallegos de talla menor de 163 cm era casi el 81 % y el 53 % en 1915. O quizá hubiera sido peor sin ellos.