Hoy se celebra el día europeo de la salud prostática. Es de vital importancia recordar que cada año se diagnostican 33.000 nuevos casos de cáncer de próstata en España. Ocho de cada diez pacientes se curan. Visto de otro modo, alrededor del 22 % de los cánceres que se diagnostican en el hombre en España son de próstata, siendo el tumor más común entre los varones. A pesar del aumento de la incidencia, la tasa de curación es del 90 % cuando se diagnostica de forma precoz. Aún así, el cáncer de próstata es la tercera causa de mortalidad por tumores masculinos en España, por detrás del cáncer de pulmón y del cáncer de colon. Todo esfuerzo en hacer consciente a la población de lo importante que es prevenir las enfermedades prostáticas y su diagnóstico precoz significa sumar calidad de vida y ganar años de salud.
La prevención de las enfermedades prostáticas pasa por acudir con frecuencia al médico, siguiendo unas pautas de vida saludable con actividad física activa y una alimentación sana. A partir de los 50 años tienen lugar una serie de alteraciones hormonales que provocan crecimiento benigno de la próstata dando lugar a la hiperplasia benigna de próstata (HBP), pero en otros evoluciona a cáncer de próstata. La HBP es la patología más frecuente del aparato genitourinario masculino. Afecta a más del 50 % de los hombres de 50 años y puede alcanzar una prevalencia del 88 % a los 90 años.
Hoy la gran preocupación de la mayoría de los ciudadanos es cómo prevenir el cáncer, eliminando agentes nocivos que lo producen, como el tabaco, causante del cáncer de pulmón, riñón y vejiga. En la próstata solo sabemos la relación con el consumo de grasas saturadas, la raza negra y el factor genético, presente en un 10 %. Si el padre o un hermano han padecido ese tumor, la posibilidad de tener un cáncer se multiplica de 2 a 4 veces. Queda claro que el único método de prevención es la detección precoz. Diagnosticar las enfermedades en las etapas en las que es posible su curación es determinante. En el cáncer de próstata podemos hablar de tres grandes pilares para ese diagnóstico precoz: el reconocimiento de los síntomas, no siempre presentes, con alteraciones en la micción; visita al urólogo para realizar una exploración y la determinación del PSA en sangre, cuya elevación refleja que la próstata está creciendo, debiendo investigar si es un proceso benigno o no.
Es fundamental transmitir la accesibilidad actual a la salud masculina mediante la consulta al urólogo.