Del lío nos sacarán los profesores

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

CESAR TOIMIL

01 sep 2020 . Actualizado a las 16:57 h.

Somos culebras asustadas que serpenteamos por las alfombras hacia los rincones más oscuros de nuestros gabinetes. Así estamos desde que empezó Pandemia. Pero necesitamos el chute de la vida real o el otoño económico será peor que ceniciento y gris. No es un espacio acondicionado y espacioso el que tenemos enfrente. Cada vez vivimos más con la sensación de que no hay nadie al mando o que están demasiados al mando. Todo el mundo sabe algo nuevo sobre el covid. Las vacunas son la nueva tertulia universal. Ahora la habitación del pánico está en el regreso a los colegios. Los políticos se fueron de vacaciones y no hicieron los deberes que tanto les mandaron realizar a nuestros críos. Estamos a uno de septiembre y ayer se decidió que la vuelta presencial será reordenada en tandas. ¡Ayer! Lo que se ha hecho en los colegios, no lo duden ni un parpadeo, lo han llevado a cabo los profesionales de los centros públicos, concertados y privados. Ellos sí tienen vergüenza. Del lío que se avecina con el necesario regreso escolar solo nos sacarán los profesores y todos los profesionales que trabajan en los centros. No esperen más. Los proyectos son las personas. Algo que se multiplica cuando lo que tienes que superar es una crisis tras otra, un problema tras otro, no solo un proyecto. Como sucedió con la sanidad, será la sociedad real la que pondrá los pupitres en su sitio. De arriba les llegarán órdenes confusas, pasos adelante y pasos atrás, en función de las rentabilidades electorales y de ecuaciones de pactos. Con el regreso a las aulas, viviremos lo mismo que hemos pasado con las clases on line. ¿Lo recuerdan? Como en todos los trabajos, hubo los que sacaron sobresaliente y otros a los que fue mejor no calificar, porque el odio es un veneno que corroe al que lo practica. Hubo docentes sin vocación que aprovecharon Pandemia para las vacaciones más largas y me temo que más aburridas de sus vidas. La lujuria del vago. Allá ellos. Confío en el coraje de la mayoría, en los excelentes currantes de la educación, para que el caos no sea la nueva normalidad de los alumnos.