Nosotros frente a nuestro ego

Jorge Vázquez TRIBUNA

OPINIÓN

05 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Se ha liado una gorda con esta emergencia sanitaria. Un problema en el que estamos todos, o casi todos, metidos hasta el cuello. Muchos están pensando qué van a hacer para salir de este lío, pero se equivocan de pensamiento. En las crisis, y casi siempre, es mejor desinvertir en el ego y apostar por la colaboración.

Uno, como comentaba Ortega y Gasset, está compuesto por uno mismo y sus circunstancias. Y estas circunstancias de hoy en día no son asumibles con el individualismo, porque si cada uno tira de la cuerda en diferentes direcciones y sentidos la cuerda, que ya es frágil, no aguanta.

Es necesario un cambio de visión sobre la salud, los negocios, sobre todo lo que nos rodea. Sin ese giro en nuestros pensamientos no avanzaremos ni conseguiremos reconstruir, reinventar, innovar y adaptarnos a las nuevas circunstancias que, desgraciadamente, te afectan a ti, a mí, a todos. Por tanto, la reflexión anterior de «qué o cómo voy a hacer» debe mudar a «qué o cómo vamos a hacer».

Si tu visión se centra exclusivamente en la competición, en salir antes que tu competencia de la crisis o en ganar más, la soledad llamará a tu puerta. Las circunstancias actuales y las que se avecinan son tan complejas e insospechadas que dos ojos serán incapaces de ver, analizar y ejecutar una estrategia correcta. En cambio, si apostamos por la colaboración y miramos fuera de nuestro ego encontraremos un talento colectivo que, al igual que las circunstancias, tampoco nos habríamos imaginado nunca.

Las sinergias empresariales pueden ayudarnos a diversificar los riesgos venideros y obtener una rentabilidad mayor. Lo estamos viendo en el sector sanitario, donde los grupos privados cooperan con los centros públicos en atención e investigación; asociaciones vecinales que con su unión colaboran para proteger el interés de todos, e incluso, algo impensable hasta el momento, algunas administraciones locales en las que todos los partidos han alineado sus fuerzas dejando sus diferencias de pensamiento a un lado con un pacto claro por la reconstrucción de la sociedad.

Las empresas, en especial las pymes, debemos aprender a trabajar en plataformas colaborativas con otras empresas de nuestro sector o de otro, con universidades e instituciones públicas o privadas, para crear un ecosistema fuerte que nos permita sobreponernos a la actual situación y protegernos ante futuros riesgos entre todos.

Los negocios que mediante la oportunidad de colaboración pueden llamar a nuestra puerta pueden ser sorprendentemente valiosos. Sinergias de inversión en nuevas herramientas que de forma individual pueden lastrar nuestras cuentas, sinergias mediante las que podemos unir nuestros equipos de ventas, de producción, de logística o almacenes compartidos son unos pocos casos en los que la unión, sin perder la individualidad de nuestro negocio, potenciarán nuestra productividad.

Las pymes somos muy vulnerables y las duras semanas atrás han diezmado nuestro colectivo. Cambiar las circunstancias futuras está en nuestras manos, en decidir si queremos trabajar con socios aportando colaboración, que no ayuda, y recibir de manos de otros socios habilidades y capacidades, inaccesibles individualmente, con las que podamos defendernos e, incluso, mirar las circunstancias como una verdadera oportunidad de crecimiento y diversificación.