Más europeístas

Carlos G. Reigosa
carlos reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

03 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Oí la frase en plena calle, cuando un sesentón le decía a otro: «Yo creo cada vez más en la Unión Europea, que nos está salvando de nuestros peligrosos salvapatrias hispanos». Hablaban de Angela Merkel y de sus determinaciones más recientes en defensa de la UE en estos momentos de coronavirus y de crisis económica. Pero lo más lamentable era su falta de fe en nosotros mismos y, sobre todo, en nuestros políticos de hoy. No he podido distinguir qué esperan de ellos, si es que esperan algo. 

Pero, de repente, advertí que su confianza radicaba en el exterior y la desconfianza en el interior. Y tuve la sensación de que al hablar de España -y de sus políticos en general- estaban refiriéndose a sus propios temores y recelos.

«Porque, ¿quién va a arreglar todo esto?», preguntó uno de ellos. Su interlocutor se demoró en la respuesta y, al cabo, dijo: «Supongo que tendremos que arreglarlo entre todos, es decir, confiando en los nuestros y en los europeos, porque ¿quién sale ganando con una ruina general?». «¿Pero tú crees de veras en los nuestros? Yo opino que solo piensan en sí mismos, en sus partidos y en su propio futuro. A lo suyo le llaman ideologías, pero son egolatrías. Eso sí, sin soltarse de la mano de Europa». Ambos se miraron en silencio, abatidos por su propio escepticismo. Después, el que parecía más suspicaz y preocupado (y que quizá no lo era) dijo: «La pandemia nos está saliendo muy cara, con más de un millón de empleos destruidos en solo tres meses y un montón de males más. Todo esto era simplemente inimaginable. Nuestros políticos no han dado la talla y la pandemia nos ha ido arrollando a todos, menos a ellos. Porque nuestra esperanza está adelgazando, ¿no? ¿O ves motivos para la esperanza?».

El que parecía más optimista (y que quizá no lo era) respiró hondo y dijo: «Hombre, peor fue lo de las guerras mundiales, ¿no? Yo coincido contigo en que estamos en un mal momento, con pésimos datos económicos y con una clase política poco hábil. Ni siquiera sabemos si estamos al final del túnel. Pero creo que un día de estos la situación empezará a corregirse y a mejorar. Ahora todos nos hemos vuelto más europeístas, y en esta unión estará nuestra fuerza. Espero». «¡Que Dios te oiga!».