«Hay vecinos que prefieren estar intubados a llevar una mascarilla»

Cartas al director
Cartas al director CARTASALDIRECTOR

OPINIÓN

01 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Indignación por la falta de uso de mascarillas

Hoy, último día de julio, he decidido salir a dar una vuelta a ambas orillas del río. En el transcurso del paseo he llamado la atención a más de una veintena de personas por no llevar la mascarilla puesta. Verán, soy estudiante de Medicina y estaba de prácticas en la uci antes de que todo quedase suspendido, y vivo con mucha impotencia el hecho de que mis vecinos no sepan asumir la responsabilidad de protegerse a ellos mismos y a la gente que les rodea.

Empecé la ruta con argumentos del tipo «por favor, ponga la mascarilla que es obligatoria. Por su bien y el mío». Las respuestas fueron variadas, desde un «a mí no me diga nada que voy haciendo deporte [señor, unos 70 años, a un paso lento hasta para su edad]»; a «la tengo en el bolsillo [a lo que le respondí que, por si no lo sabía, el coronavirus no entra por ahí]»; «revise la normativa, no es obligatoria» o «estoy guardando las distancias, ¿qué quiere?». Llamé hasta en dos ocasiones a la policía local que, compartiendo mi indignación por la actitud ciudadana, se comprometieron a mandar dos patrullas.

Llegué al punto en el que mi argumento pasó a ser «espero que nunca se tengan que acordar de este estudiante de Medicina si algún día se ven en la uci por no llevar la mascarilla». Con eso, al menos, conseguí sonrisas tontas y la indiferencia completa acompañada de un «ya, ya, ya…». Solo un señor se atrevió a pedir perdón y darme las gracias. El único.

¿Saben qué es lo peor? Estar a las puertas de una segunda oleada, superando récords de contagios cada día, y que haya vecinos que prefieran estar intubados a llevar una mascarilla. Indignante, vergonzoso… no hay más palabras. Borja Núñez. Lugo.

Terrazas

No tempo de lecer, considérome un animal de terrazas. Almorzo, xanto e ceo nelas. Ollo a prensa, incluso nas de confianza dedico un tempo a ler un anaco. O resto do ano frecuéntoas esporadicamente.

Todo muda. Afíxenme a prescindir delas e, visto o visto, coido que tardarei en volver a desfrutalas. Sei que non se pode xeneralizar, a maioría toman as medidas correctas de hixiene e respectan os consellos das autoridades sanitarias. Mais unha porcentaxe delas deixan moito que desexar. Aínda que son poucas, actúan como unha gota de cacao no leite: mánchao todo.

Nelas ollamos irresponsables que non gardan a distancia social nin usan máscaras. A euforia medra a medida que van correndo as consumicións, fai que non respecten a quen os protexemos tomando as medidas preventivas axeitadas. Deben ser máis controladas, pois sabemos que son os lugares onde máis se incumpren as normas.

O risco de que este veleno se siga espallando é unha realidade. Con estas actitudes estamos a facilitarlle a súa propagación.

Sálvanos, de momento, que neste recuncho da nosa xeografía, circula pouco. Manuel Piñón Pérez. Ferrol.

Brote de covid en Baños de Molgas

Soy sobrina de la enferma por covid de Baños de Molgas. En las noticias se dice que la enferma había recibido visita de familiares provenientes de Cataluña, dando así a entender que ellos la contagiaron. Entiendo que es más jugoso utilizar esa relación de conceptos, dada la situación en buena parte de Cataluña, que contrastar correctamente la información. Mi prima, hija de la enferma, llegó el martes a Puigcerdá (Gerona) con síntomas. Los médicos le han dicho que lo más lógico es que fuera su madre la que le haya contagiado durante su estancia en Galicia, y no al revés. La zona desde donde viajó mi prima es el Alto Pirineo, una zona segura.