La cara amable del sol

Manuel Almagro LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

Álex Zea | Europa Press

14 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Por estas fechas es habitual que los dermatólogos advirtamos a la población de los riesgos de una exposición solar inadecuada. Son bien conocidos los daños agudos y crónicos que induce el sol en la piel y no hay que olvidar que es el factor etiológico más importante en los cánceres de piel más frecuentes.

Sin embargo, la radiación solar es indispensable para la vida y nos proporciona sensación de bienestar. Es clave como cofactor en la síntesis de la vitamina D, aunque en verano puede ser suficiente exponer la cara, los antebrazos y las piernas quince minutos al menos tres días a la semana.

Determinadas dermatosis como la psoriasis se benefician de la exposición solar moderada, por lo que los dermatólogos la aconsejamos a nuestros pacientes siguiendo instrucciones muy concretas (helioterapia).

Basándose en ese efecto beneficioso del sol, la fototerapia utiliza fuentes emisoras de radiación lumínica, sobre todo en la banda ultravioleta, como la UVA y la terapia UVB de banda estrecha. Estos equipos están disponibles en la mayoría de las unidades de dermatología y resuelven a diario, con escasos efectos secundarios y bajo coste, múltiples problemas como la psoriasis, la dermatitis atópica, los picores generalizados de diversas causas o algunos tipos de linfomas cutáneos.

Paradójicamente, ciertas dermatosis provocadas por el sol como la erupción polimorfa lumínica (popularmente conocida como alergia al sol) o la urticaria solar se pueden controlar mediante la fototerapia con luz ultravioleta, siguiendo protocolos muy concretos que estimulan las defensas naturales de la piel frente al sol. Gracias a estas vacunas solares, algunos pacientes que solo pueden salir a la calle por la noche consiguen una vida normal.

La fototerapia por indicación médica nada tiene que ver con las lámparas de bronceado que se emplean con fines estéticos y que contribuyen a incrementar el riesgo de cáncer de piel, como hemos advertido en múltiples ocasiones.

Lo más ingenioso de los últimos años ha sido el tratamiento y la prevención de algunos cánceres y pre cánceres cutáneos con su propio enemigo: el sol. Así, la terapia fotodinámica con luz de día utiliza la luz visible de la radiación solar junto a un fotosensibilizante tópico aplicado sobre las lesiones cutáneas, logrando su tratamiento mientras el paciente da un paseo o se sienta en una terraza. La técnica debe realizarse según las instrucciones de su dermatólogo.

En conclusión, no todo son riesgos en la exposición solar, pero no desistiremos en aconsejarles que no se dejen influenciar por la moda del bronceado y que recuerden que la exposición debe ser responsable y «con sentidiño».