Debate: ¿sabe qué coche tiene que comprar: híbrido, eléctrico, gasolina, gasoil...?

Las nuevas opciones de movilidad permiten a cada usuario elegir el vehículo adecuado dependiendo de sus necesidades, del ámbito de uso y del presupuesto

La generalización de los coches híbridos. híbridos enchufables y eléctricos puros en el catálogo de casi todas las marcas ha abierto un abanico inédito a la hora de comprar un automóvil. Los expertos coinciden en que tras el confinamiento por la pandemia del coronavirus es el mejor momento para cambiar de coche, por los descuentos de los concesionarios y las ayudas del Gobierno. La elección del tipo de motorización dependerá del precio, pero también de cuántos kilómetros se recorren al año y por dónde, y de la existencia de puntos de recarga en el caso de los vehículos movidos por baterías de ión-litio.


No es el coche, es la movilidad

La crisis de la demanda generada por el covid-19 ha sumado complejidad al mercado mundial del automóvil. Hablamos de un sector inmerso en una profunda revisión de conceptos. Hace una década las motorizaciones diésel eran más del 70 % en Europa. En el 2019, el 28 %.

El sector de la automoción no es ajeno a estas circunstancias y cada año se invierten billones de euros en I+D. Centros de investigación como CTAG proporcionan permanentemente soluciones tecnológicas. Este esfuerzo conjunto permite al consumidor seleccionar tecnologías sin renunciar al modelo que desea. La duda, a la hora de realizar la compra, no reside en el modelo sino en el tipo de movilidad que más se ajusta a cada necesidad.

La decisión de compra del vehículo debe iniciarse con algo tan colateral como son las posibilidades de repostaje. Un punto de partida que juega claramente a favor de los motores de combustión. Con un híbrido o eléctrico se debe analizar la ubicación de los puntos de recarga y combinarlos con su autonomía.

La siguiente consideración a tener en cuenta es el entorno y la intensidad de uso del vehículo. Un uso intensivo en carretera y autovía aconseja un motor diésel, ya que están construidos con esta perspectiva. Sin embargo, los motores híbridos o gasolina son más adecuados para usos medios. Los vehículos eléctricos son idóneos para usos urbanos e interurbanos.

De hecho, una combinación ideal desde una perspectiva de consumo responsable sería la de contar con un híbrido enchufable como opción de vehículo único y un eléctrico si tuviéramos la opción de disponer de un segundo coche.

De todas formas, el precio sigue siendo un elemento clave en la decisión objetiva de la compra del vehículo eléctrico, por eso su implantación en el mercado sigue dependiendo de planes relacionados con la eficiencia energética que incentiven su compra.

Aun así, pocas experiencias de compra son comparables a la del coche. Junto a las razones estrictamente técnicas, económicas, ecológicas… se unen criterios tan subjetivos y personales como las sensaciones de conducción o las preferencias acústicas y de confort.

En cualquier caso, nos movemos en un mercado donde el vehículo eléctrico gana protagonismo, aunque existen aspectos mejorables como los ya comentados puestos de recarga o el incremento de talleres con competencias específicas para esta motorización. En todo caso, en la actualidad el motor eléctrico convive con el desarrollo de motores de combustión de alta eficiencia (Euro6) que demuestran un comportamiento óptimo en la comparación de la huella ecológica total.

Encaramos un futuro inmediato donde la movilidad añade nuevas alternativas a la elección entre coche propio o transporte colectivo, o al tipo de motorización (el hidrógeno, y su aplicación en la pila de combustible compatible con la batería, se está convirtiendo en un campo estratégico) y su impacto ambiental. Los modos de vida adelantados por el confinamiento (por ejemplo, el teletrabajo) determinarán la evolución de las áreas urbanas e interurbanas y, por extensión, la manera en la que decidimos gestionar nuestra forma de movernos (desde el carsharing a la bicicleta eléctrica).

Por este motivo, en CTAG trabajamos tanto aspectos como el confort y los nuevos materiales de los vehículos actuales y de los que están por venir (eléctricos optimizados, automatizados, autónomos, conectados) como de la movilidad que demanda la sociedad de la revolución tecnológica y del compromiso con la sostenibilidad.

Autor Luis Moreno Director del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG)

Nadie mejor que un concesionario

Antes de contestar a la pregunta de qué coche me compro, lo primero que hay advertir es que aquellas familias, particulares o empresas que estén pensando que cambiarse de coche están, probablemente, ante uno de los mejores momentos para hacerlo. La paralización del mercado debido a la pandemia ha hecho que el sector, concesionarios y fabricantes, se haya volcado desde la reapertura, el 11 de mayo, en tratar de atraer de nuevo a sus clientes a las exposiciones, con la finalidad, prioritaria de recuperar la demanda y retornar el sector, como mínimo, a la senda que llevaba antes del 14 de marzo. Fruto de ello, el esfuerzo promocional en los puntos de venta está siendo absolutamente excepcional.

El mercado español del automóvil se caracteriza justamente por ese gran esfuerzo promocional que hace el sector, unos 4.000 euros de media por coche, muy por encima de lo que ocurre en otros mercados de referencia. Pues bien, en mayo, la promoción media supero los 5.000 euros. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que estamos ante un momento histórico para cambiar de coche.

Además, como sabemos, el Gobierno, después de un intenso trabajo con las patronales sectoriales, ha puesto en marcha en Plan Renove 2020, que ya está suponiendo un aliciente más para muchos compradores que se están movilizando para aprovechar esta oportunidad de adquirir un vehículo más eficiente y seguro. El simple anuncio de esta iniciativa ya movilizó el mercado en junio, que cayó menos de lo esperado tras venir de las fuertes caídas de los meses de abril y mayo.

El plan incluye todas las tecnologías, pero premiando en su cuantía especialmente el vehículo eléctrico. De este modo, su objetivo principal, que es la renovación del parque, se hará más intensamente y aportando certidumbre para que el comprador opte por el vehículo que mejor responda a sus necesidades de movilidad. Y esta es la clave: nunca un comprador de coches había tenido tantas opciones cuando entraba por la puerta de un concesionario. El vehículo eléctrico, junto a todas las hibridaciones y, por supuesto, los modernos y eficientes motores de combustión abren un abanico capaz de responder a cualquier necesidad de movilidad.

Partiendo de ahí, y para contestar a la pregunta, cuando vamos a cambiar de vehículo tenemos que hacernos tres preguntas clave: cuántos kilómetros recorro al año, por dónde los recorro y cuál es mi presupuesto. En función de la respuesta, podremos decantarnos por según qué tecnología. Por ejemplo, si vivimos en una gran ciudad, una buena opción es el vehículo eléctrico, pero si recorremos muchos kilómetros al año el diésel de última generación sigue siendo insustituible. Entre medias está la gran paleta de colores y la versatilidad de todos los modelos híbridos que hay en el mercado y de los motores de gasolina, cuando se hacen hasta aproximadamente 15.000 kilómetros al año.

Pero la mejor recomendación que podemos hacer a todos los compradores es que acudan a su concesionario, ya que son sus profesionales los que conocen en profundidad el catálogo de productos; el cómo y el para qué de cada tecnología. Nadie mejor que los expertos de las concesiones para acertar en una decisión tan importante como es la adquisición de un coche.

Autor Raúl Morales Director de Comunicación de Faconauto (patronal de los concesionarios de marcas automovilísticas)
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