Plantar familias

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OPINIÓN

Marta Fernández Jara

04 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Implantar. Dice la RAE que es plantar, encajar, injertar. Realizar un implante.

La cabeza de lista de Vox en Ourense, María Jesús Fernández, está muy preocupada por la demografía, cosa que entra dentro de lo normal en una provincia que lleva muchos años muriéndose de vieja. Por eso esta semana proponía, entre otras medidas, «implantar familias». Me llamó la atención la forma de explicar la política de natalidad de su partido y, aunque sea una cosa muy seria, no pude evitar imaginarme a los habitantes del pueblo de Amanece que no es poco, naciendo cual lechugas o coles en algún lugar de La Mancha y siendo trasplantados a Ourense, donde luego serían oportunamente regados y abonados para continuar su crecimiento hasta la recolección.

Expresiones y bromas a un lado, creo que los apartados de los programas electorales que se dedican al fomento de la natalidad tienen que ser difíciles de escribir. O deberían serlo. ¿Cuál es la receta para que además de estar en condiciones de tener hijos (o más hijos), queramos tenerlos? Los votantes exigimos proyectos que se puedan cumplir de verdad y los políticos necesitan que sus propuestas parezcan viables a medio plazo. Quizás por eso hasta ahora no han funcionado las medidas que se han puesto en marcha. Lo que está claro es que para llenar Ourense, o Galicia, de niños hace falta más que una promesa y durante más tiempo.

Ahora que la ciencia y la tecnología avanzan una barbaridad, habrá que ver si lo de plantar familias (o injertarlas) nos podría funcionar y solucionarnos así la papeleta demográfica. Lo único que me preocupa es que, si no nos damos prisa, por aquí no quedará nadie para regar.