Resacón en el Congreso

OPINIÓN

Chema Moya | Efe

26 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Nadie diría que Gabriel Rufián está a punto de votar no al decreto de nueva normalidad que abandera Salvador Illa y que apoyará Aitor Esteban. Los tres ríen en un receso, o resacón, de una sesión en la que hay abundantes discursos infumables regados con citas de autores célebres con las que sus señorías intentan demostrar que, amén de dejarse la piel por el pueblo, leen con gusto. Para un diputado de horario flexible, ambigú, reuniones top secret, viajes privados, asistir a estas sesiones interminables tiene que ser duro, aunque más duro es el andamio. No lo han probado, pero no aguantarían ni media hora con el arnés puesto. Estas risas de uno que pide el sí, otro que se lo va a dar, él sabe a qué precio, y un tercero que dirá nones, tienen su explicación. A la vuelta de la esquina esperan otras votaciones. Y ya se ha visto que, cosas de la geometría variable, cualquier Gobierno que se precie pacta hasta con el diablo.