Cartas al director: Confinados

Menos chorar e máis traballar

Entre prórroga y prórroga, el Gobierno utiliza el estado de alarma para mantenernos bajo control en estado de calma. Ha pasado poco tiempo pero ha bastado para que unos tengan menos recursos económicos y, otros, ya no tengan ninguno, o, incluso, empiecen a deber algo. Entre tanto, el presidente, Pedro Sánchez, acude al estrado a mostrarnos su gratitud y a hacernos partícipes de su satisfacción por habernos comportado con una responsabilidad admirable y conseguir, tras este confinamiento, reducir los contagios hasta niveles esperanzadores. Al tiempo, solicita de la oposición el apoyo para una nueva ampliación del estado de alarma como única forma efectiva de mantenernos controlados durante esta pandemia, lo cual demuestra que la medalla al mérito social que nos impone necesita de medidas asociadas para mantener a los condecorados en casa. Salvo excepciones, sabemos que nos conviene continuar respetando las medidas que nos aconseja la ciencia, porque, aún en el peor de los casos, es mejor ser pobre que no ser nada, y también sabemos que su demostración pública de confianza en el pueblo español es más contención a lo que pueda pasar que confianza por lo pasado. Portugal ha demostrado con hechos su efectividad en la lucha contra el covid-19, en gran parte porque abordó el asunto con propiedad y responsabilidad: «Menos chorar e máis traballar». Luis Cabaneiro. Lugo.

Estudio epidemiológico

En la tarde del 13 de mayo el ministro de Sanidad comparece en TVE con autoridades sanitarias, probablemente pertenecientes al grupo de asesores del Gobierno en materia de la pandemia, e informan de los primeros datos que se pueden extraer del trabajo epidemiológico realizado en todo el país con miles de voluntarios de todas las edades y comunidades que representan fidedignamente a la población española. Trabajo formidable del que, cuando esté terminado, podrán extraerse multitud de datos que, en manos de especialistas en la materia, se compartirán con los realizados en otros países que, a su vez, compartirán los suyos. De esta manera la ciencia dará grandes pasos en el conocimiento del «bicho» que tanta muerte y ruina está provocando.

La primera conclusión que se extrae es que, después de 26.920 muertos, solamente el 5% de los españoles están inmunizados, no se sabe hasta cuándo. Por lo tanto, cuando llegue la segunda oleada, que llegará, probablemente nuestro sistema sanitario estará mejor preparado, no así la población, porque no hay inmunidad de la llamada de rebaño.

Si hubiésemos confinado solamente a los mayores, hoy y las próximas semanas, el virus se habría extendido entre una población joven, que soportaría mejor su embate y generaría esa necesaria inmunidad para proteger a los mayores de 65 años en una desescalada progresiva. De esta forma, opino, la mortandad habría sido menor y la economía habría sufrido infinitamente menos. Baldomero Ríos.

Teletrabajo

Este confinamiento lo estoy pasando teletrabajando. Al principio lo encontré ciertamente intimidatorio, pero según han ido pasando los días no dejo de encontrarle grandes ventajas. Convivimos con importantes problemas como la contaminación, la España vaciada y el encarecimiento del precio de la vivienda y de los alquileres en zonas urbanas. A partir de ahora podemos usar esta nueva fórmula de trabajar para afrontar los problemas que no hemos sabido darles solución. Daniel Gutiérrez. Barcelona


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