Los líderes ya no son lo que eran

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

LISELOTTE SABROE | EFE

24 abr 2020 . Actualizado a las 08:49 h.

Por un momento, decayeron los bandos y las afiliaciones y las luchas cainitas que dominan día tras día la conversación en redes sociales. En su lugar izamos una bandera. La del estupor y la incomprensión.

No entendíamos nada. El estresado Gobierno, aún siendo bisoño, débil y poco cohesionado, no podía fallar y convertir algo tan ilusionante, el alivio del confinamiento de los niños, en una frustración. Y lo hizo. Con estrépito. Cuando llegó la rectificación, lo celebramos, aliviados. Pero entonces se desvaneció un momento de comunión que da mucho que pensar. El fiasco de los recados al súper demuestra que todos, aunque critiquemos o despotriquemos confiamos en el sistema y en los que ocupan cargos públicos. Y ellos nos pueden defraudar solo hasta un límite razonable.

Los líderes ya no son lo que eran, como dice el escritor venezolano Moisés Naím en su libro El fin del poder (2013). Desgasta más que en otras épocas. Se pierde con facilidad. ¿El resultado? Tenemos dirigentes esforzados, pero de poca talla, que se enfrentan a problemas descomunales. ¿Serán capaces de acometer la reconstrucción económica? Hay motivos para la duda más que razonable. Nos da una pista un histórico de la política imperial estadounidense del siglo XX, Henry Kissinger, con esta advertencia: «Cuando termine la pandemia, se percibirá que las instituciones de muchos países han fallado». El viejo zorro sabe que vienen curvas. Y se avecinan cambios. ¿Solo de mandatarios?