Aplausos, bien; más medios, mejor

César Casal González
césar casal CORAZONADAS

OPINIÓN

16 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Tienen razón los sanitarios cuando escriben mensajes en plena crisis como este: «Soy enfermera y no quiero agradecimiento social, quiero que reconozcas la especialización, la carrera profesional y la experiencia de todo el personal sanitario. Soy enfermera y no quiero oír cómo se alaba a los sanitarios, quiero que nuestro sueldo sea acorde con los riesgos que asumimos y el esfuerzo que realizamos. Soy enfermera y no quiero que los políticos nos den las gracias en sus discursos, sino que aseguren personal y recursos suficientes, no solo en esta situación, sino en todas. Soy enfermera y no quiero textos de agradecimiento en redes sociales, quiero paciencia, tolerancia y educación cuando se trate con el personal sanitario». Las últimas líneas deben ser leídas en mayúsculas: «No somos héroes, somos profesionales. El trabajo que tanto se aplaude últimamente no lo hacemos solo ahora, sino todos los días».

Hay más mensajes de este tipo escritos por enfermeras, médicos, auxiliares, conductores de ambulancia... Pero este recoge muy bien lo que expresan todos. Agradecen los aplausos, pero quieren más medios. Al presidente del Gobierno le quedó bonito lo de que tenemos la mejor sanidad, es nuestro escudo, nuestra coraza, bla, bla, bla. Pero solo se acuerdan de ellos cuando truenan. Desde que empiezan los estudios hasta que ejercen les falta de todo. Lo triste es que, cuando pase esta alarma, caerán en el olvido. Sucede con todos los sectores clave. Con los bomberos. Con los policías. Con esas profesiones de riesgo, de las que solo nos acordamos cuando nos toca. Suelen ser trabajos vocacionales. Además de aplaudirles, ayuden a que los políticos les mejoren las condiciones, a que no permitan que tengan que emigrar. Desde el médico hasta el profesional que empuja esa camilla a tiempo de salvarte la vida. Son hermosas las salvas de aplausos de tantos corazones generosos. Pero ellos quieren, como el policía, el guardia civil o el militar que se deja la piel por tu seguridad, muchas veces, sin horarios, o como el bombero que se enfrenta al horno de un incendio, condiciones a la altura de la misión vital que llevan a cabo. Como vitales están siendo, con las últimas medidas, los trabajadores de supermercados, los transportistas, los que se encargan de logística, merecedores también de aplausos y de mejoras laborales y salariales. Ayudemos a que todas esas profesiones sean valoradas en lo que le interesa de verdad a cualquier trabajador: la nómina. Lo demás es humo político. Y, si al fin se les mejora el trabajo y el salario, entonces sí: volvemos a aplaudir, pero no un día, todos los días del año. De todos los años.