Gobernar es prevenir

OPINIÓN

MIGUEL VILLAR

12 mar 2020 . Actualizado a las 20:02 h.

Nadie duda de la amenaza real del coronavirus. Las medidas que acaba de anunciar el presidente de la Xunta, Núñez Feijoo, ponen a Galicia por delante, a pesar de que la comunidad gallega tiene de momento una de las tasas más bajas de contagios. «As medidas que acabamos de tomar exceden a situación epidemiolóxica de Galicia. Temos que actuar antes de que se produzan peores situacións», explicó. Son restricciones, como las escolares, que complicarán la vida a los gallegos, pero es una complicación necesaria.

El criterio que se ha seguido, asesorado por los expertos sanitarios, es actuar antes de que el problema vaya a más. Aplicar lo que se conoce coloquialmente como cortar por lo sano, para evitar dramas mayores. No se ha decidido nada que no esté en marcha en otras comunidades autónomas, donde hay un número mayor de afectados. Se hace antes para poner a los gallegos también por delante en precaución. Es la máxima gallega del sentidiño. Algo que hay que ir pensando en llevar a cabo también para las elecciones, siempre y cuando, como subrayó Núñez Feijoo, se empiece a dar una situación en la que los ciudadanos no pudiesen ejercer sin complicaciones ni amenazas de salud su derecho al voto. La crisis que estamos viviendo tiene una dinámica de cascada que obliga a pensar en todo tipo de restricciones y de aplazamientos. Unas elecciones sin libertad completa para todos los censados sería un proceso viciado que nadie puede querer. Así han chirriado tanto en la sociedad las extrañas declaraciones de Gonzalo Caballero diciendo que se vote por correo o que tampoco se suspendieron las elecciones en situaciones complejas como la de los atentados del 11M. Toca apostar por el civismo, no por el partidismo.

El coronavirus no es humo. El coronavirus ha venido para quedarse. No sabemos por cuánto tiempo. Pero prevenir es mejor que curar. Ahora son las empresas las que tendrán que estar a la altura para que, en la medida de que los puestos de trabajo lo permitan, madres y padres puedan conciliar su labor con el cuidado de los hijos. Quédense con esta frase que viene de Oriente, de donde llegó el virus: «Los cautos rara vez se equivocan».