¿Espray nasal contra la depresión? Con prudencia

Carlos Losada López FIRMA INVITADA

OPINIÓN

22 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En Galicia la depresión afecta a miles de personas y acarrea costes millonarios. Las primeras descripciones del trastorno datan de la antigüedad, así que a lo largo de la historia se han ensayado multitud de tratamientos para este cuadro clínico: unos cuantos eficaces, otros inútiles y algunos que han supuesto verdaderos atentados contra la dignidad humana. La esketamina intranasal, un nuevo fármaco que, según se ha publicado, será probado en la sanidad pública gallega, podría ser una herramienta útil para los pacientes más graves, o no. Debemos ser prudentes a la hora de valorar cualquier novedad terapéutica.

La aprobación de este fármaco no ha estado libre de polémica, por su celeridad. Con frecuencia las nuevas terapias presentan más efectos adversos y menor eficacia que la anunciada en su lanzamiento.

Esta novedad se produce en un contexto en el que, en lo referente a la salud mental, las organizaciones internacionales insisten en priorizar los abordajes sociales y relacionales sobre los puramente farmacológicos.

No debemos dejarnos cegar por las innovaciones tecnológicas. De poco sirve contar con tratamientos de última generación cuando tratamientos esenciales y cuya eficacia está bien establecida no son accesibles a la población. En trastornos depresivos leves y moderados el tratamiento psicológico es de elección y en casos graves de depresión la intervención ha de ser interdisciplinar, siendo el abordaje psicológico ineludible. Sin embargo, un importante número de personas no consigue recibir atención ante estos problemas, y, cuando finalmente logra ayuda, la situación puede haberse agravado considerablemente. En nuestra sanidad pública falta personal de psiquiatría y enfermería. Dicha carencia es aún mayor en el caso de los especialistas en psicología clínica: con menos de cuatro profesionales por cada 100.000 habitantes, Galicia es la autonomía que ocupa la posición de cola. Además, otras comunidades están introduciendo cambios en este sentido, como la integración de los especialistas en psicología clínica en atención primaria, una medida coste-efectiva (los beneficios compensan sus costes).

Los datos en el laboratorio son algo muy diferente de la efectividad en el mundo real. En salud mental una buena relación terapéutica es esencial para la eficacia, tanto de los tratamientos psicológicos como de los farmacológicos. Si los profesionales no cuentan con el tiempo y los recursos necesarios, los tratamientos pierden su utilidad potencial.

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