El Deportivo y la Divina Comedia

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

César Quian

22 dic 2019 . Actualizado a las 05:01 h.

Hace muchos años fui de viaje a María la Gorda, en la costa oeste de Cuba, para bucear, y recién llegado me contaron que pocos días antes un monitor se había sumergido demasiado y la borrachera que le produjo la narcosis del nitrógeno lo llevó eufórico a las profundidades, desapareciendo para siempre. Las botellas, los plomos, impedirían que su cuerpo volviera nunca más a la superficie.

 Me acuerdo ahora de aquella historia al ver al Deportivo en las simas de la tabla y porque me advierte un amigo impresor de Salamanca -a mí, que no sé nada de fútbol- que tengamos cuidado con bajar a segunda B, porque alcanzadas ciertas profundidades ya no se puede volver. Y como parece que lo dice por experiencia, yo lo advierto aquí por si sirve de algo. Lo que sí sé del fútbol son los estupendos relatos de Ignacio Aldecoa ?en Cuentos republicanos- y las crónicas de Wenceslao Fernández Flórez -De portería a portería- o las del poeta Antonio Hernández -La marcha verde- sobre su Betis. Y la Divina Comedia, claro. Allí cuando el Dante llega a las puertas del infierno se topa con la famosa frase que advierte a pecadores: «Abandonad toda esperanza vosotros que aquí entráis». El poeta italiano hablaba por supuesto de segunda B. Pero aquellos que desesperan como Segismundo, que piensen que junto a su miseria florecen, como camelias, otras flores de invierno. Y que la mía se llama Deportivo Liceo, es un equipo de hockey y encabeza junto al Barcelona la división de honor. Y sus seguidores disfrutamos como enanos.