¿Llueve sobre mojado en la Cumbre del Clima?

Pedro Óscar Santamaría Estépara LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

Ricardo Rubio | Europa Press

10 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Que llueve en Galicia, y lo hace sin parar, es un hecho irrefutable. No hay más que comparar los datos actuales con los registros disponibles: ha llovido siempre, pero noviembre de 2019 ha batido todos los récords. ¿Debemos preocuparnos?

Que el cambio climático y el calentamiento global son hechos irrefutables es algo indiscutible, aunque algunos mandatarios se obstinen en negar las evidencias y mirar para otro lado, por más que las múltiples pruebas de la comunidad científica se han tornado ya en hechos constatados a lo largo del planeta: los fenómenos meteorológicos extremos (olas de calor, lluvias torrenciales, fuertes nevadas) son cada vez más frecuentes. Además, la década que nos dejará dentro de unos pocos días se despide como la más calurosa de la historia, con 1,1 grados centígrados sobre la media. Y sí, debemos preocuparnos. El cambio climático es un reto global que no tiene fronteras y que para combatirlo requiere del trabajo coordinado por parte de todos los países y a todos sus niveles: sus ciudadanos, sus empresas y sus gobernantes.

Todo parece indicar que las cosas empiezan a hacerse bien desde la base. Ya desde la enseñanza primaria nuestros hijos nos hablan con ilusión de temas como el ahorro del agua, la reducción del plástico, de la contaminación y del cuidado del medio ambiente. Cada vez quedan menos dudas de que las generaciones que hoy están formándose actuarán con un gran compromiso medioambiental en un futuro. Solo está por ver si llegarán a tiempo, o si ya será demasiado tarde.

Por otra parte, nuestro país lleva años dando muestras del compromiso de sus empresas con el medio ambiente, la proyección de futuro de mejorarlo progresivamente y la preocupación por el cambio climático.

Para ello, las compañías cuentan con el apoyo de la primera norma a nivel mundial que acaba de ser publicada este año 2019, la «norma ISO 14090, de adaptación al cambio climático». Ayudará a las organizaciones a evaluar de forma correcta los impactos provocados por el cambio climático, para así poder crear planes de control para una correcta adaptación, mitigando los impactos pasados y presentes, y actuando anticipadamente sobre los futuros.

La Conferencia de Naciones Unidas para el Cambio Climático se antoja clave y nada fácil. Jefes de Estado de todo el mundo se reúnen en Madrid con el objeto de sentar las bases para actuar de inmediato y trabajar unidos para frenar los efectos del cambio climático: evitar que la temperatura del planeta se incremente más de 2 grados de aquí a final de siglo y lograr una economía libre de emisiones de gases contaminantes en el 2050.

Sin embargo, lo que nos preguntamos todos los ciudadanos es si de una vez por todas se pasará de las palabras a los hechos, o si, por el contrario ¿seguirá lloviendo sobre mojado? ¿Qué va a ocurrir en el futuro próximo? Eso depende (si es que aún estamos a tiempo) de lo que hagamos. ¡Trascendamos! y ¡actuemos! Todos, ciudadanos, empresas y gobiernos.