Españoles, Franco se ha ido

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

25 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La ceremonia tuvo muy poco glamur y mucho menos boato, dicho sin ánimo de criticar ni de echar más leña al fuego. 16.041 días aguardando el momento requería de otra puesta en escena. Otra pompa. Todo mucho más fastuoso. Pero prefirieron que fuese casi clandestina, pese a estar ante uno de los hechos más destacados de la historia reciente. No quisieron darle honores, ni banderas. Y ni tan siquiera nos lo van a dar en el NO-DO.

Fue todo muy soso. Cierto que cuando Cataluña está como está, lo fácil sería decir que está que arde, pero así está; cuando nos dicen que vamos a rebasar todos los límites en gasto y déficit; cuando desconocemos los efectos del brexit, pero sabemos que seremos de los europeos más afectados; cuando el paro nos deja el peor dato desde el 2012 y cuando no solucionamos ni uno solo de los problemas porque nuestros señoritos andan a otras cosas, no tendríamos que dedicar esfuerzo alguno a poner fin a un capítulo porque tenía que estar resuelto desde hace 44 años. Exactamente desde hace 16.041 días. Tenía que estarlo porque para eso este país estuvo en manos, la mayor parte de la etapa democrática, de lo que mal llaman gobiernos progresistas. Y siendo tan progresistas no era necesario llegar hasta aquí para imponer cordura.

Llevamos meses esquiando entre priores, abades, abogados, helicópteros, jueces, tertulianos, amenazas de muerte, oraciones, advertencias, ofrendas florales, nietos, sobrinos, primos y demás familia. Todo muy de los años del Pelargón. Y hubo momentos en los que entre todos lograron devolvernos a la pesadilla del pasado. Parecía que el tiempo se quedara detenido.

Lo de la exhumación y traslado es para olvidar. Los que permanecimos al margen y en silencio de un debate tan innecesario como disparatado, y que somos millones, agradecemos que se cerrase, mal que bien y tarde, tan rocambolesco episodio porque con él empezamos a poner fin a la Transición del 78, aunque aún queda trabajo. Claro que echamos en falta que alguien, afligido y lloroso desde una pantalla en blanco y negro, nos hubiese dicho aquello de «Españoles, Franco se ha ido». Y que añadiera: «Esta vez, se ha ido de verdad y ya no volverá a nuestras vidas».