El dolor crónico, asignatura pendiente

Juan Perez Cajaraville FIRMA INVITADA

OPINIÓN

05 nov 2019 . Actualizado a las 19:51 h.

Hoy, 17 de octubre, es el Día Mundial contra el Dolor. Un solo día de los 365 de que tiene un año para recordar a los 9 millones de españoles que sufren dolor crónico, ¿de verdad solo un día?

Desde la Sociedad Española del Dolor reclamamos que cada día los pacientes con dolor crónico tengan un lugar destacado en la agenda, tanto mediática como formativa o política. ¿Cómo? Muy sencillo. Aumentando el número de unidades de dolor, incrementando la formación sobre dolor de los estudiantes de Medicina y declarando el tratamiento del dolor una especialidad.

Celebrar el Día Mundial contra el Dolor puede ser un primer paso, pero necesitamos avanzar. La OMS estableció hace ya 15 años que el 17 de octubre estuviese dedicado a esta enfermedad. Quizá para sensibilizar, concienciar y llamar la atención sobre un problema o una situación, y es que un 18 % de la población española vive con dolor crónico, 8 millones de personas; un porcentaje que alcanza el 37 % en la infancia y el 70 % en los mayores de 65 años, siendo nuestra comunidad gallega la tercera mas longeva de nuestro país. Datos de la Sociedad Española del Dolor, la cual reitera, como haríamos cualquiera de nosotros, que el alivio del dolor es un derecho humano. Derecho reconocido oficialmente por la ONU.

Quizá se instauró la efeméride para honrar a todos esos pacientes y protagonistas (médicos, enfermeras, cuidadores, familiares…) que día tras día intentan aliviar el sufrimiento de uno de cada cinco gallegos que sufren dolor crónico. Este año, un 60 % de pacientes con dolor nunca han sido derivados a una unidad especializada.

O quizá para conseguir investigación y recursos para un mejor tratamiento y mejora de la calidad de vida. El 70 % de los centros sanitarios españoles consideran que no disponen de los recursos necesarios para abordar correctamente el dolor de sus pacientes.

Finalmente, como termómetro para ver el interés que despierta la necesidad de encontrar con urgencia alivio al sufrimiento que padecen las personas con dolor.

En España contamos con 183 unidades de dolor, de los más de 800 hospitales públicos que hay en todo el territorio. Galicia se podría considerar una comunidad afortunada, pues cuenta con algunas de las más avanzadas de España y con un personal de altísimo nivel. Sin embargo, aún siguen existiendo listas de espera en muchas de esas unidades, cuando como ya he insistido anteriormente el alivio del dolor es un derecho humano.

El tratamiento del dolor debería ser una obligación en cualquier centro sanitario y debería, además, hacerse con la mayor premura. Para evitar la cronificación de un dolor agudo, pues al cronificarse cambia la vida de la persona que lo padece y ese sufrimiento puede llevar a la desesperación más absoluta y a la depresión.

Según datos del informe El dolor en la enfermedad crónica, elaborado por la Sociedad Española del Dolor y la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, siete de cada diez personas con dolor crónico presentan ansiedad o depresión. Sin duda, un elevado impacto en la calidad de vida del cerca del medio millón de gallegos que sufren esta enfermedad.

?Un 18 % de la población española vive con dolor crónico, 8 millones de personas; un porcentaje que alcanza el 37 % en la infancia y el 70 % en los mayores de 65 años